El PSOE ofrece a la desesperada un 2% de interés para que los militantes le paguen la campaña
El partido de Pedro Sánchez recurre por primera vez a este sistema de financiación, que empezó a utilizar Podemos. El objetivo es recaudar fondos ante la resistencia de los bancos a otorgar préstamos.
El Partido Socialista se ha lanzado a la fórmula de los ‘microcréditos’, popularizada por Podemos, para que los militantes le paguen la campaña electoral. El partido de Pedro Sánchez ha recurrido a este sistema ante las reticencias de los bancos a adelantar, vía préstamos, parte de esa financiación.
Es la primera vez que los socialistas se ven obligados a buscar la ayuda expresa de los militantes. En la web, microcreditos.psoe.es, la formación trata de convencer a sus bases de que su ayuda económica es fundamental para «dar más fuerza» al mensaje «llevándolo más lejos». «Y no solo eso, sino que también ganarás económicamente, ya que conseguirás intereses que se sumarán al reembolso de tu microcrédito», añade. En concreto, un 2% del dinero aportado, y que será devuelto una vez se reciba la subvención electoral.
Los partidos, salvo Podemos -que se financia por sus propios medios-, recurren a los bancos para adelantar el coste de la campaña. De hecho, la formación de Pablo Iglesias, tal y como figura en su programa para el 28-A, quiere prohibir por ley esa posibilidad. «El PP y el PSOE han pedido prestados millones de euros a la banca para sus campañas. Esto limita la democracia en nuestro país», aseveró recientemente el secretario de Organización, Pablo Echenique. Este partido lo contempla como una «medida de salud democrática» para impedir «que la banca tenga más poder que los diputados».
Podemos fue el primer partido en aplicar esta fórmula, que suscita las dudas del Tribunal de Cuentas. El organismo ha avisado en varias ocasiones de que es necesaria una mayor regulación de estos nuevos mecanismos de financiación, y ha requerido directamente a Podemos la identificación de los ciudadanos que contribuyeron a su financiación para comprobar si se ingresaron en las cuentas corrientes adecuadas y si se les devolvió el dinero.
El sistema fue también objeto de estudio de la comisión de financiación de partidos políticos impulsada por el PP en el Senado y que concluyó que era necesario regular la fórmula, que tiene un «difícil encaje» en la legislación.
Sánchez ya planteó, cuando se postuló como candidato a la secretaría general del PSOE, su intención de que el PSOE se financiase por esa vía, que calificó como una «experiencia muy interesante». De hecho, él mismo recurrió a ella en su carrera a Ferraz, cuando lanzó un proyecto de donaciones a través de la asociación Bancal de Rosas. El socialista pagó así distintos actos para exponer su proyecto en varias federaciones y alquilar su oficina de campaña, que costaba 2.000 euros al mes. Llegó a recaudar 100.440 euros, pero el Tribunal de Cuentas le obligó a prescindir de la fórmula y canalizar los ingresos a través de una cuenta únicamente controlada por Ferraz.
Desde 200 a 10.000 euros
En la página que el partido ha habilitado para realizar las donaciones, se ofrece la opción de aportar desde 200 a 10.000 euros, el tope máximo autorizado por ley.
El PSOE busca imitar a Podemos, que lleva recaudados más de un millón de euros -según datos de la formación- para las elecciones del 28 de abril.
Por ahora, se trata de una cantidad inferior a las elecciones de diciembre de 2015, en las que recaudaron un total de 28 millones de euros a través de 12.000 aportaciones de simpatizantes. El partido completó la devolución de ese montante en noviembre de 2016. Para la repetición de las elecciones de junio de 2016 recaudaron menos de la mitad, un total de 1,2 millones de euros, y esa cantidad fue devuelta a principios de 2017, una vez que recibieron la subvención electoral.
El Estado subvenciona con 0,81 euros cada uno de los votos obtenidos por cada candidatura al Congreso, siempre que al menos uno de sus miembros obtenga escaño de diputado. En el caso del Senado, la subvención es de 0,32 euros por cada uno de los votos obtenidos por cada candidato que obtenga escaño de senador.