El presidente de la comunidad musulmana en C-LM: «Para elegir a un imán necesito saber cómo piensa»
El imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty fue pieza clave en los atentados de Barcelona y Cambrils, según apunta la investigación abierta en manos del juez Fernando Andreu. Los Mossos D’Esquadra, en sus pesquisas, apuntaron que Es Satty fue el líder que radicalizó al resto de terroristas con su discurso a favor del Estado Islámico.
Estos hechos han abierto el debate sobre el censo, la elección y formación de los imanes en las mezquitas españolas. Gran parte de la comunidad musulmana se muestra favorable a que el Gobierno se implique para crear un organismo que controle la elección de los imanes e, incluso, expida un título oficial para ejercer.
El imán de la mezquita de Tarancón y presidente de la Federación de Comunidades Musulmanas de Castilla-La Mancha, Mohamed El Seyoufi, es favorable a la creación de, lo que él llama, «un consejo de sabios» que «seleccione a las personas adecuadas para el cargo e impida que se cuelen estos fanáticos». El Seyoufi, como presidente de la federación de Tarancón (Cuenca), ha seleccionado personalmente a imames y reconoce que «no hay control suficiente ni medios adecuados».
«Necesito saber cómo piensa y actúa»
«Ejercía de imán cuando podía y cuando no, me encargaba de seleccionar a la persona adecuada, eso cuando teníamos fondos», señala El Seyoufi. «Para elegir a un imán necesito saber cómo piensa, cómo actúa y conocer la formación que tiene. Nosotros también tenemos que formarlo y hacerle un seguimiento en sus discursos para ver por dónde van y corregirlo si se tuerce», explica el imán.
«En la mayoría de países musulmanes tienen ‘comités de sabios’ donde examinan y deciden entre todos qué imán es el adecuado», agrega El Seyoufi. Uno de los aspectos que cambiaría urgente el presidente de la Federación de Comunidades Musulmanas en Castilla-La Mancha sería el de la formación a los imanes.
El Seyoufi considera que a un imán no se le puede impartir una formación inicial únicamente y dejarle «a su libre albedrío». «Necesita tener un seguimiento y corregirle si se tuerce en la enseñanzas. Hay que tener certeza de sus discursos», explica el imán.
En los países musulmanes, el Ministerio de Asuntos Religiosos expide el certificado para ser imán, pero en los que no lo son queda en manos de cada comunidad, asociación o mezquita. En España, como en la mayoría de los países europeos, las mezquitas funcionan como una empresa privada y contratan a los imames según su propio procedimiento.
La Comisión Islámica de España informó el pasado lunes de que está trabajando en un censo para averiguar cuántos imanes hay en el país y de que espera tenerlo listo para «finales de año». Por el momento se calcula que hay 1.200 imanes. Un portavoz de este organismo aclara además que para convertirse en imán es necesario «dominar la lectura coránica» así como reconocer la legislación islámica. Sin embargo, matizó que la decisión final la tiene la junta directiva de la mezquita.
El Seyoufi insiste en mantener «la unidad y anima a cortar el problema de raíz, incidiendo en la enseñanza en el entorno familiar y social, con programas de puertas abiertas y con diálogos religiosos».