El PNV pone precio a la investidura de Sánchez: debe facilitar un Gobierno separatista en Navarra

Sánchez ha aceptado las exigencias de los nacionalistas vascos

El PNV pone precio a la investidura de Sánchez: debe facilitar un Gobierno separatista en Navarra
Pedro Sánchez. Foto: Europa Press
Carlos Cuesta

El PNV está dispuesto a apoyar la investidura de Pedro Sánchez. Pero no lo hará gratis. Los nacionalistas vacos han puesto precio a su alianza con el PSOE, y no sólo con exigencias para el País Vasco. También ponen sobre la mesa la condición de que el PSOE haga lo posible por favorecer que Uxue Barcos y su Gobierno separatista sigan controlando Navarra. Porque, como refleja el Estatuto Vasco que en estos momentos se redacta en el Parlamento del País Vasco, los separatistas no sólo quieren la “autodeterminación” de esa comunidad autónoma. También quieren una segunda fase de ampliación de su terreno para fagocitar Navarra.

El PNV lo ha pedido. Y, lo que es peor: Sánchez lo ha aceptado. De hecho, ese comportamiento de apoyo difuso al separatismo ha sido ya la clave de la última legislatura en Navarra. Porque lo cierto es que el PSOE y la marca navarra de IU (EE) pudieron evitar un gobierno de Uxue Barcos (Geroa Bai) con Podemos, EH Bildu e IU (EE). Pero no quisieron hacerlo. Los responsables del PP y de UPN les ofrecieron sin condición alguna sus escaños para que fuera el PSOE el que gobernara Navarra de la mano de los comunistas, pese a lo que ellos prefirieron, uno apartarse (el PSOE), y otro (IU-EE) apoyar activamente a los separatistas, podemitas y proetarras entrando a darle soporte al Gobierno navarro.

Camino expedito para Barcos

El mensaje de los socialistas ha empezado a filtrarse ya en la fase final de campaña. Así, la consigna con la que trabaja el PSOE en Navarra es la de afirmar que con Navarra Suma no pueden llegar a ningún acuerdo. De este modo, retirando de circulación sus votos y escaños, el camino queda casi seguro alisado para el Gobierno de los separatistas: el de Uxue Barcos.
Navarra Suma es la unión en esta comunidad autónoma de UPN, C’s y PP. Y el argumento, que deslizan ya desde las filas socialistas contra esta unión de formaciones es, además, un callejón sin salida para cualquier tipo de acuerdo con los constitucionalistas.

Contra un acuerdo con UPN, los socialistas argumentan que es un partido que no garantiza la “justicia social”. Contra el PP, que es un “partido corrupto”. Y contra Ciudadanos, que es una formación que va en contra del “foralismo navarro”. Todos los argumentos son evidentemente una justificación para cumplir con el pacto sellado por Sánchez con los nacionalistas vascos, pero, quizás, el mas esotérico de todos es el buscado para no poder pactar con Ciudadanos -la formación más cercana al PSOE y por lo tanto la salida lógica de los socialistas si no quisieran apoyar a los separatistas-. Pero para cerrar esta puerta, los socialistas acentúan el antiforalismo de los naranjas cuando la realidad es que los de Rivera se han comprometido a no exigir este punto precisamente para favorecer la defensa de la Constitución en Navarra.

La nueva condición es una más de las exigencias del PNV con respecto a Navarra. Y una más de las cesiones de los socialistas, que usan esta comunidad como moneda de cambio para sus fines de gobernabilidad nacional.

El PNV se encuentra dentro de la formación de Uxue Barcos, Geroa Bai. Y gracias a las exigencias en Madrid del PNV y a la dejación de defensa de Navarra efectuada por Geroa Bai, los nacionalistas vascos han impuesto ya el vaciado de competencias de la Guardia Civil en esta comunidad -para sacar a la Benemérita de Navarra- y la paralización de la llegada del AVE -cortando un aumento de los lazos con Madrid-.

Todo ello, mientras el PNV negocia con Sánchez un nuevo Estatuto Vasco donde recoge la “autodeterminación” de esta región y su expansión a Navarra con el mismo objetivo, el de separarla de España.

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