El enaltecimiento a ETA repunta mientras Sánchez sondea el apoyo de Bildu para la investidura
En diciembre se contabilizan 14 actos públicos de culto al terrorista. Pedro Sánchez busca el apoyo de los cinco diputados de Otegi para ser investido
Los actos de enaltecimiento a ETA han repuntado en diciembre con respecto a los meses anteriores, según datos del Observatorio de la Radicalización que difunde el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE). En lo que llevamos de mes se han contabilizado 14 «actos públicos de culto al terrorista», la segunda cifra más alta del año, tras septiembre (15). El mes pasado, según el registro, sólo se celebró un acto de este tipo. Ese repunte se produce mientras Pedro Sánchez sondea el apoyo de Bildu para su investidura.
En 2019, se registraron 20 homenajes a miembros de ETA, 3 «jornadas de lucha», 62 pintadas y pancartas a favor de etarras, 3 manifestaciones por la amnistía de los presos de la banda o hasta 15 actos de diversa índole. En total, 106 actos de culto a la violencia terrorista. La cifra es más baja, no obstante, que el año anterior, cuando se registraron 198, según el Observatorio. Entre ellos, 63 homenajes a miembros de la organización etarra.
Desde la llegada de Pedro Sánchez al poder gracias a la moción de censura, en junio de 2018, se han contabilizado un total de 230 actos de enaltecimiento, de distinto tipo.
Sánchez no ha renunciado a contar con el apoyo de Bildu de cara a su investidura, en manos de ERC. El pasado 28 de diciembre, el equipo negociador del PSOE -Adriana Lastra y Rafael Simancas- se reunión con representantes de Bildu en el Congreso para sondear ese respaldo. La cita fue celebrada por la formación proetarra, partícipe por primera vez de los contactos para la investidura.
En el encuentro, los de Otegi expusieron sus condiciones, que pasan por «una revisión de la política penitenciaria que devuelva ésta al estricto cauce de la legalidad y la aleje definitivamente del carácter excepcional con la que es aplicada en la actualidad”, en referencia a la dispersión de los presos de la banda terrorista.
Además, exigieron «iniciar un debate en profundidad del actual modelo territorial construido durante la llamada transición democrática española». Ese debate, según Bildu, debe reconocer el «carácter plurinacional del Estado y el respeto al derecho a decidir libre y democráticamente su futuro que corresponde a los pueblos y naciones del Estado». El PSOE difundió fotografías del encuentro.
La reunión provocó las críticas de las asociaciones de víctimas. En un comunicado, COVITE acusó al PSOE de «blanquear» a Bildu presentándole «como un partido más cuando se trata de la única formación en la actualidad que justifica la violencia terrorista y el asesinato como herramienta para lograr objetivos políticos».
La portavoz de este partido en el Congreso, Mertxe Aizpurua, afirmó en los últimos días que su formación «no será obstáculo» para el Gobierno socialcomunista de PSOE y Podemos que «haga políticas de izquierda y progresistas», «afronte los temas” pendientes en el Estado y «abra vías de solución».
«No seremos obstáculo para ello. Seremos obstáculo para la derecha y la utraderecha», destacó la diputada.
Bildu tiene 5 diputados en el Congreso y cuenta por primera vez con grupo propio.
Beneficios a etarras
Sánchez, como reveló este periódico, mantendrá su política de beneficios penitenciarios a etarras, que implican progresiones de grado y acercamiento a sus lugares de origen.
Así se desprende de una respuesta de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que concluye que los presos son «valorados periódica y permanentemente a efectos de ser clasificados en el grado más adecuado y destinados al centro penitenciario más oportuno». Interior matiza también que esa revisión afecta a «todos los internos en prisión y no sólo los pertenecientes a banda armada».
La solicitud de información a Interior pretendía conocer el «número de presos de ETA en valoración para progresar de grado en los próximos meses y para ser acercados a sus lugares de origen».
El departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska no ofrece la cifra con precisión ya que, argumenta, se trata de decisiones que se adoptan «previa propuesta de las Juntas de Tratamiento de los centros penitenciarios con motivo de las periódicas revisiones de grado» y, destaca, «de acuerdo con el principio de individulización científica de las penas». Pero, en su respuesta, defiende la opción de progresar de grado y obtener otros beneficios para los presos de ETA.