Iglesias fusiló y parafraseó en su tesis ‘inédita’ casi 800 párrafos de 16 artículos suyos

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, utilizó para su tesis doctoral contenido que en absoluto era investigación «inédita» y «original», puesto que ya se encontraba publicado en hasta 16 artículos elaborados por él mismo o en colaboración con otros autores, como el ex número dos de Podemos, Íñigo Errejón.

Según el análisis pormenorizado que ha realizado un alertador, al que ha tenido acceso OKDIARIO, el líder morado fusiló y parafraseó casi 800 párrafos (778, incluidas notas al pie) de esos 16 artículos, todos ellos publicados o remitidos al medio de difusión con anterioridad a la presentación de su tesis doctoral.

De los 16 artículos en cuestión, sólo la mitad aparece en la bibliografía de la tesis doctoral. Y lo más trascendente: el autor no hace referencia a la mayoría de ellos cuando reproduce extractos de los mismos —bien fusilando bien parafraseando— en dicho trabajo universitario, que se presupone inédito y original.

Iglesias defendió en mayo de 2008 su tesis doctoral Multitud y acción colectiva postnacional. Un estudio comparado de los desobedientes: de Italia a Madrid (2000-2005). Fue calificada con sobresaliente ‘cum laude’ y mención europea en la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Gracias a ella, obtuvo su doctorado en Ciencia Política y de la Administración.

Por ejemplo, el informe del alertador ha detectado cómo Iglesias reproduce en el epígrafe 2.5 de la tesis de 2008 (Los NMS: la necesidad de cambiar los términos del debate) parte del artículo Un nuevo poder en las calles. Repertorios de acción colectiva del Movimiento global en Europa. De Seattle a Madrid, remitido a la revista científica Política y Sociedad de la UCM en 2005. Esto es, tres años antes.

Así, en la página 99 de la tesis, Iglesias escribe: «Si bien las herramientas culturales son claves para la formación de los movimientos sociales, es conveniente guardarse de la ‘tentación de un nuevo unilateralismo culturalista’ (Mess, 1998:308) que ignore los aspectos de tipo estructural o económico pasan a ser ignorados».

Y en el artículo escrito y publicado tres años antes en la citada revista científica, el líder de Podemos ya decía: «Si bien consideramos que el estudio de las herramientas culturales como componentes dinámicos en los procesos de confrontación es absolutamente relevante, creemos que hay que guardarse de caer en lo que Ludger Mess ha llamado la ‘tentación de un nuevo unilateralismo culturalista’ (1998:308) por los que los aspectos de tipo estructural o económico pasan a ser ignorados».

¿Dónde está aquí la aportación inédita de la tesis si esta reflexión ya estaba publicada? Además, Iglesias no cita dicho artículo como fuente cuando reproduce su contenido en la tesis. Sólo lo incluye al final del trabajo, es decir, en la bibliografía.

«Ya utilizado»

Las propias normas de la Universidad Complutense contemplan el autoplagio como una modalidad de plagio a evitar, en tanto supone «presentar un trabajo nuestro ya utilizado como nuevo». Y advierte: «Aunque en ocasiones se puede incurrir en plagio de forma inconsciente, su práctica atenta contra la honestidad académica».

Por su parte, el experto Ernesto Spinak señala que «se considera que un autor se plagia a sí mismo cuando reutiliza material propio que ya fue publicado, sin indicar la referencia al trabajo anterior». Y también precisa que hasta con «la inclusión de la mera referencia podría no ser suficiente pues no le indica claramente al lector (ni al editor) el alcance de la copia».

«Desde el punto de vista de los derechos de autor, (el autoplagio) no parece ser un delito, pero desde el punto de vista de la integridad académica se considera una falta de ética o mala conducta», advierte Spinak.