EN UNA ENTREVISTA EN COPE

Calviño reconoce que la derogación del delito de sedición es para «que vuelva» Puigdemont a España

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Joan Guirado

Sin cortarse ni un pelo. Abiertamente y a los cuatro vientos. La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, ha reconocido este lunes por la noche que el objetivo final de la derogación del delito de sedición que promueve Pedro Sánchez es «que vuelva» a España el fugado Carles Puigdemont, tal como apuntaba el pasado jueves OKDIARIO. El ex presidente catalán será el gran beneficiado de este cambio normativo.

Calviño, que durante esta semana ostenta la Presidencia del Gobierno en funciones, ha asegurado que «la situación de convivencia» en Cataluña es ahora mucho mejor con Sánchez en La Moncloa de lo que lo era cuando gobernaba el Partido Popular de Mariano Rajoy. Una razón,  ha apuntado, que debe servir para defender la estrategia de los indultos y las reformas del Código Penal impulsadas por los socialistas.

La ministra de Economía y Transformación Digital ha manifestado que «hay que mirar adelante y no volver a la crispación y el conflicto» . Calviño también ha hecho una llamada a «modernizar un régimen que tiene 200 años». Los mismos que los indultos que, en contra del criterio de los tribunales, su Gobierno concedió a los separatistas sin importarles demasiado el año en el que se creó la ley ni su homologación inexistente en Europa.

Bajo el falso mantra de que «la sedición no existe en otros países» de Europa, la vicepresidenta primera del Ejecutivo, ha reiterado la necesidad de «homologar» el Código Penal español al de otros países de nuestro entorno. Pero Alemania, sin ir más lejos, define la sedición cómo alta traición, con condenas que van desde los diez años de cárcel y que pueden llegar a la cadena perpetua.

Para defender la derogación del delito de sedición, que rebajará considerablemente los años de cumplimiento de prisión de los golpistas catalanes, Nadia Calviño dice que «los condenados deben cumplir las penas», en una entrevista en COPE. Defiende, eso sí, que «el cambio del delito de sedición no tiene nada que ver con el de rebelión, que es igual de relevante». Sin embargo, los políticos catalanes fueron condenados por el primero y no por el segundo, tras un cambio de posición de la Abogacía del Estado, que depende directamente del Ejecutivo.

La intención del Gobierno de Pedro Sánchez es que la sedición se derogue antes de acabar el año y que el tipo se sustituya por el delito de desórdenes públicos agravados. Una modificación a la carta para los intereses separatistas, que ahora piden más. Oriol Junqueras ya ha reclamado modificar en el trámite parlamentario, también el delito de malversación de fondos públicos, algo a lo que no se ha querido referir Calviño durante la entrevista, para que él y Puigdemont puedan ser candidatos de nuevo.

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