Abucheos y gritos de «¡Fuera, fuera!» a Sánchez al llegar a un acto de la Presidencia europea con el Rey

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a recibir abucheos y una sonora pitada a su llegada al concierto de clausura de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, presidido por los Reyes, en el Auditorio Nacional de Música, en Madrid. Al evento -que pone fin al semestre en que España ha presidido el Consejo de la UE- han asistido, además, todos los ministros del Ejecutivo.

Decenas de personas se han concentrado en los alrededores del auditorio para protestar contra Sánchez y sus cesiones al separatismo. El acto ha tenido lugar, precisamente, pocas horas después de la reunión entre el presidente del Gobierno y Pere Aragonés en el Palau de la Generalitat.

Además de los abucheos, se han escuchado gritos de «¡Fuera, fuera!», «Sánchez a prisión» y vítores y aplausos al Rey.

Cesiones

El acto ha tenido lugar apenas unas horas después de la reunión que Sánchez ha protagonizado en Barcelona con el presidente catalán, Pere Aragonés. Un encuentro que ha servido para que el independentismo logre nuevas cesiones por parte del jefe del Ejecutivo.

Tras la reunión, Sánchez ha anunciado cinco acuerdos, entre los que destacan la convocatoria de una nueva reunión de la mesa de negociación entre ambos gobiernos y una ley de «garantía de plurilingüismo» en las administraciones públicas. El encuentro ha durado una hora y quince minutos y se ha desarrollado en un clima de «cordialidad», según los equipos de ambos mandatarios.

Sánchez y Aragonés han pactado convocar la cuarta reunión de la mesa de negociación en la que los separatistas pretenden abordar la negociación de un referéndum de independencia.

Además, han acordado la aprobación de una Ley Orgánica de «garantía del plurilingüismo» para asegurar «el derecho de la ciudadanía a dirigirse a la Administración del Estado en lenguas cooficiales» que busca «protegerlas y fomentarlas», según ha justificado Sánchez en rueda de prensa.

Por otra parte, han pactado el desarrollo, a partir de enero, del calendario para avanzar en el traspaso de Rodalies (Cercanías), un compromiso de la investidura de Sánchez. A partir de ahora, empieza una «fase de trabajo» que «debe materializar» el acuerdo, ha indicado el socialista que, sin embargo, ha admitido que el traspaso es «complejo» y su concreción exigirá «mucha colaboración».

El cuarto acuerdo es el traspaso de la gestión del Ingreso Mínimo Vital al Ejecutivo catalán, que el Consejo de Ministros aprobará el próximo 27 de diciembre. Por último, Sánchez y Aragonés han acordado impulsar el centro tecnológico de preproducción de chips Innofab.

Los equipos han resaltado que el encuentro entre ambos presidentes ha servido para constatar «la firme voluntad» de los dos gobiernos para seguir «avanzando en beneficio del conjunto de los ciudadanos».

Preguntado por el referéndum, el socialista ha instado a Aragonés a «hacer un ejercicio de pragmatismo» y aparcar esa exigencia, a cambio de «hablar del autogobierno». En este contexto, ha abierto la puerta a un concierto económico similar al del País Vasco, con una Hacienda propia.

«Lo que tenemos que hacer es avanzar en un acuerdo que pasa por reforzar el autogobierno de Cataluña. Y, en ese contexto, dentro de la Constitución, podemos hablar de reforzar la financiación autonómica, del autogobierno y la lengua», ha mantenido Sánchez, que ha destacado que «la Hacienda Tributaria está en el Estatut y falta desarrollarla».

No obstante, el presidente del Gobierno participará en la reunión de la mesa de negociación en la que se abordará el referéndum. Cabe recordar, además, que el pacto con Junts recoge la exigencia de Carles Puigdemont de un referéndum de tipo consultivo sobre el estatus de Cataluña.

Bandera

Antes de la comparecencia de Pere Aragonés, funcionarios de la Generalitat han retirado la bandera española colocada tras el atril donde el presidente del Gobierno había hecho previamente declaraciones.

Cuando Sánchez ha finalizado su rueda de prensa en la sede de la Generalitat, personal del Govern catalán ha aprovechado el receso para retirar la enseña nacional y esconderla detrás de una puerta, dejando junto al atril en el que iba a intervenir de manera inminente el presidente catalán únicamente la bandera de Cataluña.