Los españoles se quejan por votar en verano con máximas de hasta 40 grados: «Vamos a sufrir»

Ventiladores, abanicos y botellas de agua se han convertido en los atípicos protagonistas de una jornada electoral en pleno verano marcada por el calor. «Vamos a sufrir», reconoce a los micrófonos de OKDIARIO un miembro de una mesa electoral de Madrid.

«Me parece muy mal tener que votar un 23 de julio», afirma otra electora que utiliza los sobres de la votación como abanico improvisado en un día en el que, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se van a alcanzar hasta los 40 grados de temperatura.

«No es suficiente, aquí tendríamos que tener aire acondicionado. Nos queda toda la tarde y dan hasta 35 grados, así que lo vamos a sufrir», es la opinión de uno de los miembros de las 60.314 mesas electorales constituidas por toda España para estas elecciones.

Han sido muchos los ciudadanos que han optado por ir a votar en las primeras horas de la mañana para evitar los momentos de más calor del día, previstos a partir del mediodía. «Hace mucho calor y es muy temprano, o sea que supongo que la jornada a ser calentita», señala una mujer mientras se abanica con sus papeletas.

De acuerdo con las previsiones oficiales, las temperaturas máximas ascenderán en la mayor parte de la península y serán significativamente altas en zonas del interior y de Mallorca. Según el pronóstico, se alcanzarán los 38 grados en gran parte del interior de la mitad sur, centro e interior de Mallorca, y los 38 y 40 en los valles del Guadalquivir y del Ebro, respectivamente.

Para hacer frente a estas temperaturas, los ayuntamientos de toda España han hecho acopio de agua y ventiladores para repartir en buena parte de los 22.500 colegios electorales.

Poco más se puede hacer, ya que el Plan Nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperatura sobre la salud que cada año activa el Ministerio de Sanidad entre mayo -aunque inicialmente lo hacía en junio- y septiembre no contempla ninguna medida específica para jornadas electorales.

Dicho plan sí que recomienda una serie de actuaciones cuando se superan determinados umbrales de temperatura, distintos en cada provincia, que van de los 26 grados en Asturias a los 41,5 en Córdoba; según el número de días en los que se rebase ese límite, se asigna un nivel de riesgo, cada uno de los cuales tiene vinculadas una serie de medidas.