OKENTREVISTA

Abascal: «Nuestro objetivo es presidir el Gobierno y si no, ser decisivos»

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Luis Balcarce

Murcia. La Falconeta de Santiago Abascal llega al hotel bajo un cielo gris abrasador. «No recordamos un calor así desde el mitin de Almería, aquello fue infernal», dice un miembro de su equipo. En el lobby del hotel sólo se ve gente con camisetas de Motörhead o AC/DC y la razón es que en unas horas habrá un concierto de Iron Maiden que ha colapsado la ciudad y que coincidirá con el mitin de Vox frente a la catedral de Murcia. ¡Vox contraprogramando a una de las bandas más legendarias del heavy metal!

Fuera, en la calle, es casi imposible respirar pero en el búnker de Vox corre una brisa de satisfacción. El debate a tres en TVE le ha sentado muy bien al partido conservador. Se nota en la cara de un relajado Abascal, que llega a la cita con OKDIARIO sonriente, en vaqueros y camisa de El Capote, -¿guiño a Bertín?- y aún saboreando cada golpe al mentón que propinó a los Pimpinela socialcomunistas. «Hubo un momento en que tuve ganas de decirles a Díaz y Sánchez: ‘¿Quieren que les deje solos?’», afirma entre risas para explicar cómo Yolanda Díaz y Pedro Sánchez se repartieron los papeles en ese debate-trampa del que Abascal no sólo salió ileso sino reforzado. Quizá no dio su mejor versión pero sí le sirvió para acaparar protagonismo en los días más cruciales de la campaña del 23J.

PREGUNTA.- Santiago, gracias por atender a OKDIARIO en un breve intermedio de una campaña que está siendo frenética.

RESPUESTA.- La verdad es que sí. Muchas gracias a vosotros por el interés y gracias también por la oportunidad de que nuestro discurso pueda llegar directamente, que es lo que más nos está costando durante esta campaña.

P.- Estamos en Murcia, hace mucho calor y hay un concierto de Iron Maiden. ¿Usted es de Iron Maiden, de AC/DC o de Rocío Jurado?

R.- Yo soy más de Rocío Jurado y de Julio Iglesias, pero he visto que los de Iron Maiden son muy de Vox porque han venido muchos a decirme qué es lo que van a hacer el domingo.

Debate en TVE

P.- Cuénteme sus sensaciones después del debate. Hay prácticamente unanimidad en que a usted se le ha visto muy bien y muchos dicen que de ahí se ha llevado un puñado de escaños. ¿Usted qué sensación tiene?

R.- No lo sé. Yo no sé si esto cambiará la intención de voto, pero sí estoy seguro de que ayer conseguimos que una parte del mensaje de Vox, una parte de lo que importa a los españoles y que estaba fuera del foco de la campaña, se pusiera en mitad del debate ante muchísima audiencia. Siete millones y pico de españoles llegaron a conectarse en algún momento al debate. Y para nosotros fue muy satisfactorio poder afrontar no sólo algunos temas que nos importan, sino otros temas que la izquierda ha metido en el debate político y que nosotros nos atrevemos a confrontar con toda claridad. Para mí lo más significativo del debate fue comprobar que el Gobierno fue incapaz de decir qué era una mujer para ellos. No me lo contestaron durante toda la noche. Son incapaces de responder a esa pregunta. El Gobierno más feminista de la historia, el Gobierno que se pone la pegatina morada, el Gobierno que acusa a todos los demás de machismo, el Gobierno que decía que iba a proteger a las mujeres de la violencia contra la mujer y que no reduce los crímenes y que encima acaba consiguiendo que haya más violaciones en España y pone de patitas en la calle a los peores criminales sexuales. Ese Gobierno es incapaz de contestar qué es una mujer.

P.- Efectivamente, fue uno de los momentos en los que se vio a Yolanda Díaz más nerviosa, donde usted le dijo «aquí se ha quedado en tablas».

R.- Eso fue muy generoso por mi parte, porque evidentemente la situación era arrolladora, porque no lo contestaron. Eran incapaces de decir que una mujer es una persona de sexo femenino. Este Gobierno ha borrado a las mujeres con la Ley Trans. Las ha desprotegido con la ley del sólo sí es sí y a crear una ley de violencia de género para protegerlas, que lo único que hace es criminalizar a los hombres y no reduce esa violencia. Este Gobierno es un peligro para las mujeres y yo creo que eso quedó claro. De hecho, lo más significativo del debate, para mí, fue comprobar cómo los que han metido el debate sobre la mujer en el centro de la campaña electoral huían del debate. De repente, hubo un momento que no querían hablar de ello y empezaron «que en la vivienda, la educación, la sanidad» y fui yo el que tuve que decir «oiga, que a nosotros no nos da ningún miedo, que nosotros no somos como otros partidos que rehuyen estas batallas». Nosotros estamos aquí a defender nuestras posiciones y comprobamos que quien salió huyendo, incapaces de debatir sobre esta cuestión fue el Gobierno en pleno.

P.- Ése fue el momento en el que usted mencionó una noticia de OKDIARIO: el caso del violador y asesino sanguinario que violó a su prima y la mató a martillazos, que ahora en la cárcel se hace llamar Lorena y que quiere ser trasladado a una cárcel de mujeres. ¿Qué va a hacer Vox al respecto si hay cambio el 23J?

R.- Vox lo que va a hacer es derogar todas las leyes que se inspiren en la ideología de género: la Ley de Violencia de Género, que no protege a las mujeres, la Ley Trans, que borra a las mujeres y la ley del sólo sí es sí, que las pone en verdadero peligro. Nosotros vamos a derogar todas esas leyes y, desde luego, no vamos a permitir que un psicópata, un violador, un criminal sexual peligrosísimo, ponga en peligro a más mujeres ni excarcelarlos antes de tiempo como hacen ellos, ni llevándolos a una cárcel de mujeres. Es increíble, por otro lado, porque están incumpliendo su propia ley. Ellos le han metido en un módulo de la cárcel masculina a la espera de que tenga un aspecto más femenino. No entiendo por qué. En realidad con la autodeterminación de género, si él se autopercibe mujer, si ese hombre se autopercibe de género femenino, no tiene que demostrar nada más, podría pasar a la prisión.

P.- Hay que recordar que una primera ministra en Escocia [Nicola Sturgeon] dimitió, por el caso de un violador que fue trasladado a una cárcel de mujeres y, por supuesto, siguió violando.

R.- Pero aquí la han puesto en un módulo temporal, no para que evolucione sino porque hay elecciones. No se atreven a trasladarlo antes de las elecciones.

P.- ¿Cómo vio a Yolanda Díaz y cómo vio a Pedro Sánchez? Al presidente se lo vio demacrado, derrotista, cansado…

R.- Yo supongo que mentir a todo el mundo todo el tiempo, aunque se haga con tanto aplomo como lo ha hecho el presidente Pedro Sánchez, es algo que debe ser verdaderamente agotador. Cinco años de mentiras a todos los españoles, a sus propios socios, a su partido, a sus electores. Tiene que ser un esfuerzo verdaderamente agotador, por muy retorcido que uno sea. Y yo lo que vi es que el Gobierno había preparado el debate conjuntamente, que se habían repartido los papeles y que a Pedro y Yolanda, Yolanda y Pedro, les faltó besarse en directo. Hubo un momento que estuve a punto de decir «¿quieren que les deje solos?» porque era evidente que se habían repartido los papeles. A él le habían dicho que su agresividad en el anterior debate había sido muy mala y el miércoles prácticamente le faltó ponerse un traje de monaguillo. Envió a Yolanda Díaz con una agresividad extraordinaria a la que claro, le salió la vena totalitaria comunista, como no podía ser de otra manera.

P.- Pudimos ver también en el debate un momento que es muy raro de ver: ese en el que usted le sacó a Yolanda Díaz el caso de su asesor pederasta; que ella, incluso en el debate, mintió porque dijo que lo había denunciado y no es verdad, no fue ella la que lo denunció sino dos personas de Izquierda Unida que después fueron purgadas por ella.

R.- Y después lo apartó, pero primero lo promovió y ella purgó a esas personas. Luego lo negó. Pero ayer vimos cómo la mentira -y yo lo anuncié nada más iniciar el debate-, cómo la mentira iba a presidir el debate, lo advertí y lo pude comprobar porque Yolanda Díaz empezó a relatar nuestro programa electoral. En algunos puntos se lo había inventado absolutamente. Por ejemplo, sobre la mochila austriaca, hizo también una referencia sobre el sistema de pensiones que nosotros no habíamos dicho o que queríamos prohibir el derecho a la huelga.

P.- Y Sánchez dijo que a ustedes nadie les recibía en Europa cuando hay una foto que lo desmiente.

R.- Pero no sólo eso, aprovechó su última intervención y yo no pude contestar. Por eso le hice así (mueve los dos haciendo la señal de ‘no’), porque él dijo que Von der Leyen, a la que no tengo ninguna simpatía ni ganas de reunirme con ella, no recibía al grupo al que Vox pertenece, al ECR. No es verdad. Von der Leyen ha recibido al ERC en 2019. Sánchez mintió. Y no sólo eso, es que en Europa tres primeros ministros han pedido el apoyo a Vox, han participado en esta campaña electoral respaldándonos. Sánchez dice que en Europa hay gran preocupación con que pueda haber ministros de Vox o miembros de Vox en un gobierno. Pero lo verdaderamente cierto es que la excepción ibérica es que hay ministros comunistas en un gobierno europeo y que nosotros estamos muy bien relacionados en Europa, en Italia, en Polonia, en Hungría, en Suecia, en Finlandia, en la República Checa, donde también en todos esos lugares gobiernan en primer lugar o en coalición o a través de acuerdos de investidura, nuestros propios socios.

P.- Y usted ha tenido el apoyo del primer ministro de Polonia, el de Hungría, ha tenido el apoyo de Giorgia Meloni…

R.- Da la sensación de que tenemos incluso algo más de apoyo que Pedro Sánchez. ¿Cuántos primeros ministros socialistas han apoyado a Sánchez? Ninguno.

Voto por correo

P.- Quiero preguntarle por el voto por correo. El 23J se va a vivir una jornada electoral bastante atípica. Hay miles de españoles que se van a quedar sin votar. Se puede considerar ilegítimas estas elecciones, cuando tantos y tantos españoles queriendo votar no lo van a poder hacer.

R.- Hay muchas razones para la ilegitimidad de unas elecciones. Mentir a los electores es una de ellas. Yo siempre lo he dicho. Se escandalizaban cuando yo decía que el Gobierno de Sánchez era ilegítimo porque nacía de la mentira a los electores. La mentira no es ilegal, no está en el Código Penal, pero es profundamente ilegítima cuando un candidato miente durante las elecciones y al día siguiente, ¡al día siguiente!, hace exactamente lo contrario las decisiones del Parlamento nacen de la expresión de esa soberana mentira y no de la soberanía del pueblo. Unas elecciones convocadas con mala intención en mitad del verano, en la época en la que todas las familias están de vacaciones. En un momento en el que no se quiere dar a Correos los medios materiales y los medios humanos para poder hacer frente a esa avalancha de peticiones de voto por correo y que puedan terminar en una situación en la que miles de personas no votan, pues son unas elecciones en las que si el resultado se juega por unos pocos votos, podríamos estar ante ante una gran disputa y yo espero que eso no pase. Francamente, espero que eso no pase y que la ampliación del plazo permita que las personas que aún no han podido votar habiéndolo solicitado, lo hagan. Y si no, que se tomen las medidas excepcionales para que esas personas a las que no les ha llegado el voto a tiempo puedan volver a ser incluidas en el censo de este domingo para poder participar en su caso de manera presencial.

P.- La Junta Electoral les ha hecho caso. Finalmente han ampliado el plazo.

R.- Lo pedimos hace una semana y no nos hicieron caso y finalmente lo han hecho.

P.- ¿Pero qué pasará si al final miles y miles de personas no pueden votar?

R.- Desde el punto de vista democrático es muy grave que una persona no pueda votar. Ahora bien, miles y miles es un número muy indeterminado. Si me dices que 100.000 personas no votan y resulta que la diferencia de votos está en 100.000, por buscar un ejemplo, que es todo más complejo porque hay circunscripciones y habría que ir a las provincias y a los escaños. Pero sí, si por ejemplo, en una provincia no pueden votar 3.000 personas y la diferencia de votos en un escaño de diputado es de 3.000 votos y ese escaño es el que marca la diferencia de una mayoría de gobierno, pues estamos realmente ante un problema democrático de primer orden. ¿Qué es lo que pasaría? No lo sé. No nos hemos visto nunca ante esta situación, pero estamos ante un problema democrático y de deslegitimación de las elecciones que nadie quiere y que a todos nos preocupa extraordinariamente. Yo también tengo preocupación con el voto CERA y con lo que ha sido la Ley de Memoria Democrática, que ha facilitado la nacionalización de muchas personas por una ley puramente ideológica que no tenían ningún tipo de arraigo en España ni de interés en ser españoles. Y yo creo que hay que estar muy atentos a el cambio del censo del voto CERA, ver cuáles son las personas que se han incorporado, en qué países y estar atentos a si cambia mucho la participación del voto de residentes ausentes desde las elecciones anteriores a estas, porque no sabemos si puede haber regímenes en Hispanoamérica, no precisamente democráticos, que están llevando a sus secuaces a nacionalizarlos como españoles porque tenían algunos abuelos españoles y para hacerles votar en masa en España.

P.- Hemos visto a una diputada socialista [Pilar Cancela] en Venezuela ofreciendo nacionalizaciones masivas.

R.- Estamos atentos a ello, pero por ahora es sólo una preocupación y vamos a mirar con mucha atención todo lo que tiene que ver con el proceso electoral, como hemos hecho siempre, tanto la limpieza del proceso electoral durante el día de la celebración de las elecciones, como todo lo relativo al voto por correo y al voto de residentes ausentes.

Pactos PP-Vox

P.- Quiero preguntarle por el PP. Feijóo acaba de decir en una entrevista que en Vox no hay mucha unidad.

R.- ¿Eso ha dicho? ¿Y por qué? Me sorprende…

P.- Por las batallas que hay entre ciertos sectores dentro de su partido, el sector liberal y el otro más conservador.

R.- Pero eso es una película del PP y de los medios del PP. Entonces supongo que quieren crear esa novela por alguna razón. No sabemos exactamente por qué, pero donde parece que hay menos unidad es en el Partido Popular, porque en algunos sitios pactan con nosotros y en otros no quieren, en algunos sitios acuerdan con Vox sin ningún problema, actúan de manera responsable y patriótica, como en Castilla y León, y en Valencia y en otros sitios como aquí en Murcia pretenden chantajearnos. En otros lugares pactan por sorpresa con el PRC, que quizá sea a cambio de ocultar la corrupción del PRC. En otras entrevistas, el señor Feijóo ofrece pactos al Partido Nacionalista Vasco. Realmente donde parece que hay división de opiniones, a veces de la misma persona y falta de criterio y de unidad, de criterio, es en el Partido Popular, es muy sorprendente que digan eso.

P.- Usted me dijo en la última entrevista que le hicimos que en esos territorios donde Vox esté fuerte iba a pedir entrar en el Gobierno y en otros, que tendría una postura menos exigente. Pues hemos visto que en Murcia o Baleares Vox exigió entrar en el Gobierno. ¿Hubo un cambio de criterio?

R.- No, lo que ocurre es que no era exactamente lo único importante que estuviéramos más o menos fuertes. Pero el caso es que Murcia es un lugar donde no sólo estamos muy fuertes, con un 18% es donde más fuertes hemos estado. El mayor apoyo lo hemos recibido en esta región. Es que además en Murcia se había producido ya otra experiencia: el acuerdo de investidura incumplido. Claro, si no llegamos a tener una mala experiencia con el PP de Murcia, podríamos quizá haber ensayado otra fórmula de acuerdo, la del acuerdo de investidura. Firmamos un papel, no estamos en el Gobierno, y es lo que hicimos. Pero el PP firmó un papel, lo incumplió y contó con tránsfugas de Vox para gobernar, con lo cual en Murcia tenemos muy claro que las viejas fórmulas incumplidas ya no funcionan.

P.- ¿A día de hoy, se van a repetir las elecciones aquí en Murcia?

R.- Pues sólo el Partido Popular lo sabe, pero yo creo…

P.- ¿López Miras y Génova están en la misma sintonía?

R.- Pues no lo sé, realmente no lo sé. Lo que sí creo es que el señor Miras obedece a Génova, es decir, que es incapaz, probablemente, de hacer lo que querría hacer. Eso sí lo creo. ¿Si están en sintonía? Pues no lo sé, la verdad.

P.- Usted llegó a decir que a López Miras le habían hecho un 155 desde Génova.

R.- Yo no sé si utilicé esa expresión, pero creo que está bien tirada, porque yo creo que de manera razonable cualquier líder territorial del Partido Popular entiende que tiene que pactar, pero desde la Dirección Nacional han decidido que había que sacrificar Murcia para poner un ejemplo de qué es lo que quieren hacer después de las elecciones. Si logran que Vox en el lugar que tiene un mayor apoyo haga como que no existe, que se invisibilice, pues luego podrían pretender hacer eso después del 23 de julio, por mucho apoyo que tuviese Vox. Y yo creo que algunos han decidido sacrificar a Murcia únicamente por la ambición política en las elecciones generales.

P.- Lo de «¡Que te vote Txapote!», ¿qué le parece?

R.- Me parece un grito que nace del pueblo lleno de autenticidad y además, lleno de respeto a las víctimas y de indignación por lo que significa el pacto del PSOE con la enésima marca del terrorismo de ETA. Me parece bien.

P.- ¿Un resultado por debajo de 30 escaños sería un fracaso?

R.- Yo no voy a entrar en hipótesis, pero un resultado de 15 escaños en el que esos 15 escaños son decisivos para el Gobierno de España ¿es un fracaso? O de 10 escaños. Pero lo digo por argumentar pero en realidad nosotros no estamos pensando en eso. Nosotros estamos pensando en convencer de nuevo a todas esas personas que convencimos en el año 2019, en convencer también a todos esos jóvenes que se incorporan a votar y en convencer a muchas personas que votaron a otros partidos. Nuestro objetivo es sacar un resultado mejor que en las anteriores elecciones. Ése es nuestro objetivo. Los españoles dirán qué es lo que nos dan. Es más, nuestro objetivo es mayor que ese: ganar las elecciones.

P.- Y entrar en el Gobierno.

R.- Nuestro objetivo es presidir el Gobierno. Y si no, ser decisivos. Veremos cuál es la fórmula para ser decisivos y para que haya un clarísimo cambio de rumbo en España.

P.- Lo vamos a tener que dejar aquí. Quedan muchas preguntas pendientes, pero se tiene que ir a un mitin…

R.- Primero tengo que ir a ordenar las ideas, aunque ya al final de la campaña la verdad es que uno está cansado. Un poco sí. Han sido dos campañas juntas y uno se cansa de sí mismo, porque esto de ser coherente es muy duro. Hay que decir lo mismo en todas partes. No puede uno ser original (risas). Supongo que hay otros que van cambiando de opinión y que se divierten mucho más, pero yo tengo que ir con la misma cantinela a todas partes. Lo que pasa es que es aquéllo que creo que nos hace más respetables para los ciudadanos, que es ser coherentes y además nos da una gran satisfacción porque nace de nuestras convicciones más profundas.

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