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UPTA calcula que en España hay más de 350.000 falsos autónomos, el 10% del total

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Eduardo Abad, presidente de UPTA.
Carlos Ribagorda

La asociación de autónomos UPTA, adscrita a UGT, calcula que en España hay 350.000 falsos autónomos, el 10% del total de este colectivo. UPTA explica en una nota que tras analizar los datos de los dos últimos años, «aproximadamente el 10% de los trabajadores autónomos en España son falsos autónomos, lo que supone una cifra preocupante para la economía y el sistema de cotizaciones de la Seguridad Social».

Según UPTA, este fenómeno se concentraba inicialmente en sectores como el reparto de comida a través de plataformas digitales pero se ha expandido a otras áreas profesionales, afectando a campos como la salud, la educación, la construcción y otros profesionales cualificados. Solo en los últimos dos años los sectores de alta cualificación han incorporado más de 40.000 autónomos a nivel estatal.

Sectores como la salud, en especial enfermeros, médicos, fisioterapeutas y podólogos, están siendo cada vez más afectados, según UPTA. Muchos de estos autónomos sanitarios deberían estar contratados como asalariados por empresas o centros clínicos, pero se les contrata como autónomos vulnerando sus derechos laborales. En el ámbito educativo, especialmente en centros privados y empresas de formación para adultos, los docentes, que en el pasado debían ser contratados como asalariados trabajan como autónomos, lo que también ha incrementado el número de falsos autónomos en este sector.

En cuanto a los servicios jurídicos y actividades profesionales como economistas, arquitectos, aparejadores, tasadores están contratando profesionales como autónomos en lugar de asalariados. Esta situación está generando un grave perjuicio económico a los profesionales autónomos que ejercen su actividad de forma legal y perjudica gravemente el sistema de cotizaciones al sistema público de Seguridad Social.

El fenómeno de la glovolización del trabajo autónomo, inicialmente asociado a las plataformas de reparto como Glovo, se ha extendido a otros sectores de servicios, como la construcción y el transporte de mercancías fraccionadas. Repartidores en furgonetas y trabajadores en la construcción están siendo contratados como autónomos, cuando, en realidad, desempeñan funciones propias de empleados asalariados, denuncia.

La tarifa plana para autónomos ha favorecido la proliferación de los falsos autónomos, según UPTA. Aunque esta medida fue diseñada para apoyar a los nuevos emprendedores, la asociación asegura que «ha sido utilizada por empresarios para contratar a jóvenes con la falsa promesa de una carrera profesional estable». Estos trabajadores, señalan, al ser considerados autónomos quedan atrapados en una situación de inseguridad laboral, sin los derechos y beneficios que les corresponderían como empleados.

Eduardo Abad, presidente de UPTA, ha señalado que «reiteramos la necesidad urgente de que el Ministerio de Trabajo y la Agencia Tributaria realicen un cruce de datos para identificar a los profesionales que facturan en exclusividad o semiexclusividad a una sola empresa. Es urgente poner freno a la falsedad contractual que se está produciendo en nuestro colectivo».

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