CONCEPTOS DE ECONOMÍA

¿En qué consisten los falsos autónomos?

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Autónomos (Foto: iStock)

Las empresas tienen distintos puestos de trabajo que cubrir. Normalmente, ante una falta, el departamento de Recursos Humanos inicia un proceso de selección que acabará con la entrada de un nuevo miembro en el equipo. A esta persona, de acuerdo con las necesidades de la compañía, se le realizará un tipo de contrato u otro (indefinido, por obra y servicio…).

El coste para la empresa de contratar a una persona no es solamente el sueldo que recibe el trabajador en su cuenta bancaria. A este importe hay que sumarle las correspondientes cotizaciones a la Seguridad Social. Para ahorrarse tal gasto, algunas deciden contratar como autónomos a trabajadores que realmente realizan tareas de forma continuada en la compañía. Son los llamados falsos autónomos.

¿Por qué se contrata a falsos autónomos?

Es importante remarcar que no es legal contratar a alguien como autónomo si, en lugar de realizar un determinado proyecto puntual, está trabajando en la empresa de forma habitual. Ahora bien, algunas compañías contratan autónomos para cubrir puestos fijos. ¿Por qué? Por los beneficios que detallamos a continuación:

  • Ahorro en costes laborales: el autónomo es quien paga sus propias cotizaciones a la Seguridad Social y los impuestos. Cada vez que factura un trabajo, debe de consignarlo como ingreso sobre el cual deberá de afrontar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Del mismo modo, en caso de que la actividad tenga IVA, también tendrá la obligación de cubrir este coste. La empresa, por lo tanto, se ahorra una cantidad considerable de dinero.
  • Posibilidad de desgravar la factura: la empresa puede deducirse el importe de la factura que ha emitido el autónomo, ya que se considera un gasto. Por lo tanto, consigue un ahorro impositivo adicional.
  • Ahorro del pago de las vacaciones: las personas contratadas por cuenta ajena tienen derecho a una serie de días de vacaciones que, evidentemente, deben de ser pagados por la empresa. Los autónomos, en cambio, no gozan de tal derecho y solamente ingresan por el trabajo que realizan.
  • No necesidad de fijar un horario fijo: dado que no existe una relación laboral fija y el objetivo, en teoría, es entregar un proyecto en una fecha determinada, no existe una limitación horaria. Por lo tanto, si la carga de trabajo es muy grande y el autónomo precisa más de 8 horas diarias para terminarlo, no será necesario pagarle las correspondientes horas extras.
  • No hay coste de despido: como se trabaja por proyectos, una vez éste acaba y ya no se precisa más al trabajador, es posible dejar de trabajar con él sin necesidad de pagarle ningún tipo de indemnización.

La indefensión del autónomo

En este caso, evidentemente, quien se encuentra en una situación de indefensión es la persona que está dada de alta como autónomo:

  • No tiene derecho a vacaciones remuneradas.
  • En caso de enfermedad o indisposición, no percibe ninguna renta.
  • Ante el fin del proyecto, no cobra ninguna indemnización.
  • Debe de hacer frente a las cotizaciones de la Seguridad Social y a los impuestos de IVA e IRPF.
  • Puede verse obligado a trabajar más horas que un empleado por cuenta ajena.

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