La startup española ODILO quiere convertirse en unicornio tras captar 20 millones entre inversores
ODILO, una startup murciana que crea plataformas de aprendizaje digital para colegios, universidades y empresas, aspira a convertirse este año en un nuevo unicornio español que se una a la nutrida lista formada por Wallbox, Jobantalent, Glovo o Cabify. Eso significaría alcanzar una valoración de más de 1.000 millones de euros y estar en el radar de los inversores hambrientos por estos emprendedores tecnológicos, tras haber levantado ya 20 millones de euros en varias rondas de financiación desde su nacimiento en 2013.
La última se produjo justo antes de la pandemia, a principios de 2020, y en ella participó el fondo Swanlaab, lo que le permitió ampliar el proyecto a países del Sudeste Asiático y África. En apenas un año, la empresa ha duplicado su presencia a nivel global, alcanzando los 170 millones de usuarios en el mundo tras cerrar acuerdos con diferentes entidades como los Ministerios de Educación de Chile y Uruguay, el Calgary Board of Education en Canadá, la Consejería de Educación de Madrid o Banco Santander.
La enseñanza telemática a marchas forzadas que se impuso con los confinamientos ha sido un claro acelerador para la compañía. En solo dos años, ODILO ha conseguido duplicar su presencia internacional, pasando de operar en 24 países a 51 a cierre de 2021. «El último año ha sido el más positivo de nuestra historia con mucha diferencia por todo el cambio educativo hacia el mundo digital», señala el consejero delegado de ODILO, Rodrigo Rodríguez en una entrevista con OKDIARIO.
Su negocio consiste fundamentalmente en ofrecer a un colegio, una universidad o una empresa una plataforma personalizada en la que puede haber cualquier tipo de contenido, buscando que la educación digital sea accesible y asequible para todos. «Los colegios entienden que el mundo digital tiene que estar y los profesores se sienten mucho más cómodos con herramientas digitales», explica.
ODILO ha identificado una clara oportunidad de prosperar a escala global por la fuerte demanda de este tipo de contenidos, hasta convertirse en una de las edtech con mayor crecimiento en Europa y que más contenido educativo multiformato ofrece, superando los tres millones de contenidos de más de 6.700 proveedores diferentes. Recientemente, ha abierto oficinas en Sudáfrica, Filipinas y Chile. «La compañía crece rápido, con dinámicas buenas, Ebitda positivo, de forma muy eficiente», afirma Rodríguez, cuya meta es seguir su expansión de forma más orgánica gracias a la gran captación de clientes.
Abiertos al capital riesgo
Por el momento, confía en sostener su crecimiento con recursos propios, pero no descarta acudir a nuevas rondas de financiación en función de las condiciones del mercado, en caso de que surjan oportunidades que permitan impulsar el proyecto de la compañía.
Rodríguez es consciente de que ahora es «un buen momento para la educación digital porque es un mercado que está creciendo muchísimo, por encima del 20% anual en términos de inversión» y existe un «alto interés inversor en general». En sus primeras rondas de financiación, atrajo capital de firmas como Active Venture Partners, Kibo Ventures y JME Ventures, todos ellos fondos de capital riesgo.
Además, ante el aumento de las ventas y de nuevos clientes, la empresa va a doblar la contratación este año, hasta situar su plantilla en una cifra ligeramente inferior a las 500 personas, según avanza Rodríguez.
«En 2022 se terminará de recoger el trabajo de tantos años. Va a ser el año de la explosión global de la educación digital, va a ser mucho más central en la vida de las personas. Eso nos va a ayudar mucho a acelerar nuestro desarrollo», vaticina.
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