El sector pesquero presenta a Aagesen su propio plan de eólica marina «para salvar 30.000 empleos»
Según mantienen, su plan sí está respaldado "por fundamento constitucional y europeo"
La Plataforma de Pesca denunciará a Ribera por "dañar el ecosistema marino" en favor de la energía eólica

El sector pesquero, a través de la Plataforma en Defensa de la Pesca y de los Ecosistemas Marinos, ha presentado a la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, su propia propuesta de despliegue de la eólica marina en España con el objetivo de reducir el impacto del plan que tiene el Gobierno: «Afecta a más de 30.000 empleos directos y 22.000 familias del sector».
En concreto, los pescadores han elaborado su propio mapa de Zonas de Uso Prioritario para la Pesca Profesional (ZUPER), con el objetivo de proteger los caladeros tradicionales frente a la instalación de parques eólicos marinos y otras infraestructuras que tachan de «incompatibles» con su actividad.
Según mantienen, su plan sí está respaldado «por fundamento constitucional y europeo», a diferencia del que, siguiendo su criterio, tiene el elaborado por el Ministerio. Fuentes del sector aseguran a OKDIARIO que su propuesta va a ser valorada por Aagesen y que la ministra «no descarta que la pesca se zonifique».
El plan de los pescadores, presentada en el marco de la próxima revisión de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), establece dos categorías de protección:
- ZUPER Categoría A (Máxima Protección): Prohibición expresa de instalación de parques eólicos marinos en caladeros estratégicos donde la pesca tiene un valor socioeconómico y ecológico insustituible
- ZUPER Categoría B (Protección General): Régimen de autorización excepcional que exige demostrar la inexistencia de alternativas viables e informe vinculante de la Secretaría General de Pesca y las Cofradías y Asociaciones afectadas.
Los trabajadores del mar sostienen que su propuesta «se fundamenta en el artículo 130.1 de la Constitución Española, que establece la obligación de los poderes públicos de atender al desarrollo de la pesca, así como en la Directiva 2014/89/UE sobre ordenación del espacio marítimo y el Reglamento (UE) 1380/2013 sobre la Política Pesquera Común».
Los pescadores y la eólica marina
Por otro lado, los pescadores están convencidos de que su plan de eólica marina se apoya en la Resolución del Parlamento Europeo de 7 de julio de 2021, «que expresó su preocupación por los efectos negativos de los parques eólicos marinos sobre los ecosistemas y subrayó la necesidad de que las turbinas se ubiquen lejos de los caladeros tradicionales».
Además, el informe presentado por la plataforma pesquera «recoge evidencia científica internacional que documenta los impactos de los parques eólicos marinos sobre la pesca y los ecosistemas», según ellos, entre las que se encuentran:
- Liberación de metales pesados: (3.219 toneladas/año de aluminio, 1.148 t/año de zinc) que contaminan mariscos y peces
- Ruido submarino persistente durante décadas: interfiere con la comunicación y reproducción de especies marinas
- Alteraciones hidrodinámicas: afectan a zonas de desove y reclutamiento
- Exclusión espacial de la actividad pesquera en las áreas ocupadas
- Efectos acumulativos sobre la biodiversidad marina poco comprendidos

Por otro lado, el sector pesquero mantiene que, según datos oficiales, la pesca proporciona empleo estable y local en comunidades costeras, «constituyendo un pilar fundamental de la economía azul española y de la soberanía alimentaria nacional».
«Hemos participado en el taller de Valsaín del Ministerio para la Transición Ecológica el pasado mes de octubre y se nos ha instado a que hagamos propuestas fundamentadas, pues aquí está nuestra respuesta, que esperamos sean tenidas en consideración y se le paren los pies al lobby energético loco», han asegurado.
Los trabajadores del mar quieren que se les escuche antes de que «empiecen las subastas y empiecen a industrializar nuestros mares, sacrificando a la pesca y los ecosistemas marinos». «El Ministerio tiene la gran oportunidad de demostrar que no se ha vendido a los intereses de las multinacionales energéticas, principales culpables, por otro lado, de las emisiones de CO2 en España», lamentan.