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Giro radical en los depósitos a largo plazo: lo que va a pasar con tu dinero ya está confirmado

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Blanca Espada

El mercado de los depósitos bancarios no ha dejado de moverse en las últimas semanas, y aunque para muchos es algo que pasa desapercibido, lo cierto es que lo que acaba de ocurrir marca un antes y un después. Los plazos cortos, que habían sido los más destacado durante buena parte del año, empiezan a perder atractivo justo cuando parecía que todavía podían aguantar unos meses más. La clave ha sido el movimiento de Haitong Bank, que llevaba liderando el tramo de dos años con una TAE del 2,77% y que acaba de rebajarla al 2,65%. A partir de ahí, todo lo demás ha empezado a recolocarse y parece que los depósitos a largo plazo vuelven a destacar en la recta final del año.

El mencionado ajuste ha servido como punto de inflexión. Los bancos, que durante meses habían apostado por captar clientes a través de depósitos de uno o dos años, están recuperando su estrategia clásica: premiar a quienes se quedan más tiempo. El largo plazo vuelve a ocupar el lugar que había perdido, y lo hace con fuerza. Lo que estamos viendo ahora es un cambio de ciclo que llevaba tiempo gestándose, pero que se confirma oficialmente con este giro. En ese nuevo escenario, los productos más atractivos no están en uno ni en dos años, sino en los depósitos de cinco y siete años, que vuelven a colocarse entre los mejor remunerados del mercado. Y junto a ellos, uno de dos años que resiste con fuerza. Las entidades protagonistas de este cambio son dos: Bank B, desde Bélgica, y SME Bank, desde Lituania, ambas muy presentes en plataformas como Raisin.

Giro radical en los depósitos a largo plazo

El panorama actual ha dado paso a que los depósitos más potentes sean los que se gestionan a largo plazo. El motivo para que vuelvan a crecer los depósitos a largo plazo es que las entidades buscan estabilidad y fidelidad en un momento marcado por el reajuste generalizado de tipos en toda Europa. Así, a medida que los bancos centrales moderan el discurso y se barajan posibles recortes, las entidades quieren asegurar liquidez a varios años vista. Y para eso, vuelven a subir el precio del ahorro a largo plazo.

A fecha de hoy, los depósitos de cinco, siete y dos años concentran actualmente las mejores rentabilidades, con productos que se acercan o alcanzan el 2,75% – 2,8% TAE. No es un regreso improvisado: es una forma de captar ahorro estable en un momento en el que el corto plazo deja de ser tan competitivo.

Bank B: 2,75% a cinco y siete años

El banco que ha protagonizado el cambio en el largo plazo es Bank B. Entró con fuerza a mediados de noviembre al mejorar sus depósitos de cinco y siete años hasta el 2,75% TAE, colocándose entre los más rentables del mercado europeo dentro de productos garantizados.

Una de las razones por las que estos depósitos están ganando tanta visibilidad es su accesibilidad. Mientras que muchas entidades exigen un mínimo de 10.000 euros, Bank B lo reduce a 5.000 euros, lo que abre la puerta a más perfiles de inversores. No hace falta comprometer grandes cantidades para entrar, y eso se está notando.

El límite máximo es de 100.000 euros, justo el tope que cubre el Fondo de Garantía de Depósitos belga, incluyendo intereses. Es decir, el inversor tiene asegurado que, incluso en caso de quiebra, su depósito está cubierto de principio a fin.

Cuánto se puede ganar realmente

Una cosa es ver la TAE en pantalla y otra es calcular lo que eso significa en dinero real. Con los depósitos de Bank B, la diferencia entre plazos es más visible de lo que parece.

Con una inversión de 100.000 euros, el depósito a cinco años genera aproximadamente 15.500 euros. Es una cifra sólida para un producto de riesgo prácticamente nulo.

Si ese mismo capital se mantiene siete años, el beneficio ronda los 21.000 euros. Entre uno y otro hay más de 6.300 euros de diferencia, simplemente por ampliar el plazo dos años más. Para perfiles que no necesitan mover su capital a corto plazo, el salto es significativo y explica parte del éxito de estos productos.

No son ganancias excesivas ni comparables a inversiones de riesgo, pero precisamente ahí está la clave: estabilidad, previsibilidad y rentabilidad asegurada, algo muy valorado en un entorno económico que todavía se mueve con cierta incertidumbre.

SME Bank: el mejor depósito a dos años y una alternativa intermedia de 18 meses

En el tramo de dos años, el banco lituano SME Bank se queda con el puesto más atractivo tras la retirada parcial de Haitong. Su depósito al 2,75% TAE lo mantiene muy competitivo en el segmento y lo convierte en una opción para quienes no quieren comprometerse demasiado tiempo.

Con 30.000 euros, las ganancias en 24 meses rondan los 1.650 euros. Y si se llega al máximo permitido, los beneficios suben hasta unos 5.500 euros, una cifra razonable para un producto de duración moderada que permite volver a mover el capital antes.

La entidad también tiene una alternativa interesante: un depósito de un año y medio, al 2,72% TAE. Es un producto híbrido, pensado para quienes no quieren esperar dos años completos pero sí buscan una rentabilidad por encima del corto plazo. En definitiva, y en este momento del ciclo, se ha convertido en una opción muy útil para quienes prefieren movimientos más ágiles sin perder rentabilidad.

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