El drama de la hostelería: más de 50.000 bares y restaurantes no abren desde el confinamiento
La hostelería está afrontando la peor crisis de su historia reciente en España. Aunque muchos otros sectores de actividad también están sufriendo en los últimos meses la implacable recesión del coronavirus, la pandemia está ensañándose especialmente con los bares y restaurantes españoles.
Hay dos razones, según denuncian los empresarios: en primer lugar, las medidas de distancia social para controlar el covid-19 y, en segundo lugar y no menos importante, la falta de eficacia y los bandazos de las administraciones a la hora de gestionar la epidemia.
El presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, ha facilitado a OKDIARIO las cifras del drama que vive un sector que, hace unos meses, era esencial para España. De hecho, si preguntas a Google «cuál es el país con más bares y restaurantes» la respuesta es sólo una y con tipografía bien grande: «España». El problema es que el teletrabajo, la crisis o simplemente el miedo al virus ha hecho que muchos clientes hayan decidido suprimir el desayuno en la calle o renunciar a las cañas en la barra de su bar favorito, por poner algunos ejemplos de la llamada «nueva normalidad».
Según los cálculos de Yzuel, más del 20% de los locales no han llegado a abrir desde el confinamiento. Es decir, más de 50.000 bares y restaurantes siguen cerrados. Sólo hay que darse una vuelta por el propio barrio para comprobar con los propios ojos como muchos negocios no han logrado sobrevivir a esta crisis. El presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España avisa además que, por ejemplo, en agosto hay 600.000 trabajadores menos que un año en el sector, 257.000 por los cierres y cerca de 300.000 por los ERTE.
Para darse cuenta de la gravedad sólo hay que recordar que es un sector con más de 300.000 establecimientos que emplean a 1,7 millones de personas y generaban unas ventas de más de 120.000 millones de euros antes de la crisis.
Un «otoño complicado»
El presidente de la principal patronal de hostelería vaticina que vendrá un «otoño complicado». Reconoce que muchos negocios abrieron con ganas tras el confinamiento pero no se midió bien el coste que podría acarrear y que ahora muchos de ellos están en peligro. Se conocen las cifras por los grandes proveedores, un termómetro muy fiable de una crisis que, en realidad, no ha hecho más que comenzar.
Esta es la razón por la que los hosteleros se movilizan este miércoles en Madrid bajo el lema «Salvemos la hostelería». El acto, que será en la Plaza de Cibeles, se limitará a 3.000 personas a causa de la pandemia. De hecho, Yzuel, que será el que encabezará la marcha, avisa que habrá una oleada de movilizaciones en los próximos meses para decir «basta» a las decisiones arbitrarias de los gestores políticos y del Ejecutivo.
Una de las principales quejas es que, prohibiendo fumar en las terrazas, limitando los horarios en los bares y separando más las mesas, lo que se está haciendo, a juicio del sector, es culparles. Consideran que, en la mayoría de los casos, se están adoptando estas medidas sin razones científicas y de forma improvisada, sin tener en cuenta las graves consecuencias económicas que conllevan.