La empresa pública niega el colapso

La crisis financiera de Correos genera el caos en la gestión de los regalos navideños

Correos
Cesta de Correos en las instalaciones de la empresa (Foto: Getty)
María Villardón

Correos está colapsada, las quejas a través de las redes sociales se cuentan por cientos denunciando que los paquetes se pierden o llegan con un retraso desmesurado. Desde la empresa pública niegan a OKDIARIO que haya desbordamiento, alegan que “estamos en Navidad, hay un pico de trabajo y se refuerza la plantilla según la necesidad del servicio”. Teniendo por infraestructura a un coloso logístico, Correos no es capaz de incurrir en los números verdes, en 2015 tuvo pérdidas de 34,09 millones de euros. Solo en los dos últimos años ha recibido del Estado un total de 698 millones de euros.

Somos conscientes de que las cartas de amor han caído en el olvido, pero no es el caso del comercio electrónico. El consumo online de esta campaña de Navidad podría alcanzar los 3.660 millones de euros, un 15% más que un año antes, según las estimaciones de ADigital. En estas fechas el vaivén de paquetes, como es obvio, aumenta exponencialmente y Correos tiene en sus manos al rey Midas, aunque el oro no se ve relucir en sus cuentas.

Desde Correos niegan colapso, eso sí, reconocen que “hay mucho flujo” y tienen situaciones de demora en la entrega que “salen”, indican, “con uno o dos días de retraso, no más, pero de ahí a decir que estamos desbordados sería faltar a la verdad”. Apuntan, además, que “en diciembre se mueven 12 millones de envíos al día, la actividad crece un 50%. Fuentes conocedoras del sector explican a este periódico que «la aduana tiene un montón de paquetes paralizados».

La versión de los usuarios es antagónica. Les insto a poner @Correos en el buscador de Twitter, verán cientos de clientes enfurecidos que piden explicaciones sobre sus paquetes que no llegan o están, en algunos casos, perdidos. O servicios express que se han pagado y aún ni han salido de las instalaciones. Desde la pública se defienden explicando que la gente “lo quiere para ya, para ayer, si fuera posible”. Muchos de los clientes amenazan con marcharse sin contemplaciones de la tradicional Correos y apostar por las empresas privadas. Una vez más queda en entredicho la gestión del sector público.

Por otro lado, la compañía parte con ventaja frente a sus competidores logísticos, sus tentáculos llegan hasta los más recónditos lugares de España, sin embargo, Correos recibió el año pasado más de 97.000 reclamaciones, según un informe de la CNMC. Tal es la potencia de su infraestructura que algunas empresas privadas de mensajería les han subcontratado durante años sus instalaciones y servicios. Es el caso de Unipost con la que actualmente tiene un frente abierto, la empresa de los Raventós acusa a la pública de su delicada situación financiera ante Competencia.

76 millones de inversión en nuevas tecnologías en 2015

La compañía de Juan Cuesta Nuin cuenta con una plantilla de más de 51 mil empleados, casi 2.400 oficinas, más de 1.800 unidades de negocio y su flota de vehículos asciende a casi 13.400. En definitiva, tiene un entramado logístico más que amplio y competitivo para hacer crecer su facturación y beneficios, así como la satisfacción a sus clientes. Pero, la inadaptación a los nuevos tiempos de compra a golpe de click, a pesar de la inversión de 76 millones de euros en 2015 en tecnología, está teniendo consecuencias, no solo de imagen, sino también financieras.

¿Cómo sobrevive esta compañía en caos interno? Sencillo. Del dinero que se le otorga desde los Presupuestos Generales del Estado. En los últimos cinco años la aportación del erario público ha sido de 1.300 millones de euros, una suma que, sin embargo, no ha sido suficiente para dar oxígeno a Correos. Solo entre 2014 y 2015 ha recibido del Estado 698 millones de euros.

Fue el año pasado la primera vez que vio aumentar sus ingresos en 6 años, la facturación llegó a los 1.765 millones de euros, un 2% más que un año antes. Este tímido crecimiento se vio impulsado por el e-commerce y por las citas electorales. Pese a todo, Correos recaló nuevamente en los números rojos: perdió 34 millones de euros, frente a las ganancias de 193 millones de euros de 2014. Veremos qué es lo que pasa al cierre del ejercicio fiscal que 2016 que se clausura el 31 de diciembre.

Los órganos reguladores nacionales y europeos no le quitan ojo

La organización de Correos es precisa, está segregada en tres divisiones: la sociedad estatal Correos y Telégrafos, que es la encargada del servicio postal universal; Correos Express, que es la responsable de los envíos de paquetería; y Correos Telecom, que es la unidad encargada de la expansión en materia de comercio electrónico.

Solamente la primera unidad de negocio es la que está autorizada para hacer uso del dinero público que viene de los Presupuestos Generales del Estado. En ningún caso está permitido financiar a Correos Express y a Correos Telecom. Los reguladores españoles y  la Comisión Europea consideran que la compañía puede estar usando las subvenciones para hacer competencia desleal, tal como avanzó OKDIARIO. Bruselas investiga si la financiación pública que ha recibido Correos entre 2004 y 2010 viola la normativa comunitaria.

Pero no queda ahí su mochila de problemas. La Organización Empresarial de Logística y Transporte UNO acusa a uno de sus asociados de utilizar ayudas de Estado ilegales para competir de forma desleal con el resto de compañías, vendiendo por debajo del coste real del servicio de paquetería y mensajería (lo que se denomina dumping). Se trata de Correos Express, empresa que está perjudicando el negocio de varias multinacionales agrupadas en esta patronal.

Además, la CNMC tiene sus ojos permanentemente puestos en Correos, el organismo considera que los costes derivados de la aplicación del sistema HomePaq, buzones instalados en comunidades de vecinos que permiten la recepción y envío de determinados paquetes, no pueden financiarse con fondos del Servicio Postal Universal (SPU). Es decir, con dinero público.

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