Los autónomos piden a Escrivá que extienda la prestación por cese de actividad hasta septiembre
El Gobierno y las organizaciones autónomos están negociando, después de los desencuentros vividos a lo largo del estado de alarma, si se pueden extender las ayudas que recibe este colectivo de empleados por cuenta propia, que es uno de los que más se ha visto dañado como consecuencia de la crisis del coronavirus.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha emplazado a las organizaciones de autónomos a negociar sobre la posible prórroga de la prestación extraordinaria que se habilitó tras la declaración del estado de alarma, a mediados de marzo, para aquellos autónomos con importantes caídas de su facturación u obligados al cierre de su actividad.
Esta prestación extraordinaria finaliza su vigencia el 30 de junio, en apenas una semana. Y las organizaciones de autónomos esperan que pueda prorrogarse tres meses más, hasta el 30 de septiembre, como recoge la propuesta que ATA ha entregado al ministro.
Amor subraya que al Ejecutivo su planteamiento «no le desagrada y le suena bien». Consistiría, a grandes rasgos, en prorrogar la prestación extraordinaria hasta el 30 de septiembre, facilitar el acceso a la prestación ordinaria (el llamado paro de los autónomos) para aquellos trabajadores por cuenta propia «que se queden en el camino» y permitir el cobro de la prestación extraordinaria, con carácter retroactivo, a los autónomos de temporada (aquellos cuya actividad sólo se realiza unos pocos meses al año, como feriantes y músicos).
El presidente de ATA ha pedido a Escrivá que no se espere al día 30 de junio para alcanzar un acuerdo con las organizaciones de autónomos y se negocie para conseguirlo antes de este viernes. Amor cree que tanto la prestación extraordinaria como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) deberían prorrogarse «cuanto antes».
Entrando un poco más al detalle en la propuesta que ATA le ha hecho Escrivá, Amor ha indicado que ha pedido al Gobierno que los autónomos que tengan restricciones a su actividad en al menos un 50%, sean estas limitaciones estatales, autonómicas o provinciales, puedan mantener la prestación extraordinaria, al igual que los que registren caídas de la facturación considerables respecto al año anterior o, en su defecto, respecto al primer trimestre.
En el primer caso, se plantea que la duración de la prestación abarque hasta el último día de mes en el que finalice la restricción y, en el segundo, que se perciba mientras se mantenga tal caída de las ventas.
Asimismo, ATA reclama que se facilite a los autónomos de temporada el acceso, con carácter retroactivo, a la prestación extraordinaria cuando acrediten una cotización de al menos 90 días entre el 1 de abril y el 31 de octubre de 2019. En este caso, Amor reclama que la prestación se reciba durante seis meses como mínimo.