Nadal encuentra su mejor nivel y martiriza a Wawrinka
Rafael Nadal se está empeñando en disipar las dudas que muchos, y sobre todo el mismo, tienen sobre sus posibilidades de ganar los torneos restantes en la gira de tierra. El tenista manacorense se hizo con una brillante victoria (6-1, 6-2), la tercera en tres días, para pasar a las semifinales del Mutua Madrid Open. Stan Wawrinka no fue rival para el tres veces campeón en la capital, un muro infranqueable y a prueba de las bombas del jugador suizo, desquiciado desde mediado el primer set por la brillantez de Rafa, que presenta candidatura para ganar en Madrid una vez recuperado su mejor nivel.
El encuentro fue un martirio total para Wawrinka. Nadal conocía perfectamente la tipología de un rival al que se ha medido hasta en 20 ocasiones y la importancia de la altura de sus golpes debía ponderar más, paradójicamente, que la altura de Madrid, favorable a la potencia de los golpes de Stan. El manacorense entró a la Manolo Santana concentrado y agresivo ya desde el calentamiento, buscando imponerse antes ya de la primera pelota en juego.
Con un físico inferior al de Rafa tanto en explosividad como en fondo, Wawrinka comenzó pegando desde todas las posiciones y con una efectividad notable, que le permitió firmar su primer juego al servicio antes de que Rafa se estrenara. El encuentro prometía una gran batalla de estilos, pero el suizo apagó el botón de la puntería y comenzó a sumar errores no forzados que tenían un fondo de explicación en la hiperactividad de Rafa, que cumplía su papel de golpes con altura y escasez de fallos.
El parcial de puntos era abrumador en favor de Rafa y el casillero de errores sólo sumaba para el suizo, por lo que el 6-1 inicial resultaba tan significativo como evidente era el dominio de Nadal sobre la central del Mutua Madrid Open. La reacción de Wawrinka, aún con todo, se esperaba en cuanto saliera del laberinto planteado por su rival.
Los 27 minutos de duración del primer set se asemejaban más a un encuentro de Roger Federer que a uno del propio Rafa, pero el altísimo nivel mostrado por el de Manacor no dejaba lugar a las dudas ni al paso del tiempo. Era una paliza sin matices y en el segundo set, la pesadilla de Wawrinka iba a continuar con un Nadal aún a más nivel.
Partido sin historia
Rafa ha tardado tres partidos en encontrarse definitivamente, pero lo ha logrado. El ídolo del público ya está preparado para asaltar el trono que tantas veces le ha pertenecido y que no es otro que el de dueño de la temporada de tierra. El camino del segundo set siguió dejando motivos para pensar en lo anteriormente redactado y es que Nadal no sólo se dedicó a no fallar y provocar en cada punto el error de su rival, sino que se animó con golpes sublimes que en más de una ocasión levantaron al público de sus asientos.
Los últimos juegos del encuentro dejaron a un Wawrinka desdibujado, con dos roturas de servicio en contra, y sin encontrar un solo resquicio para dañar el tenis de Nadal, que rozaba la perfección ante la fiesta ya instalada en las gradas. La llegada del 6-2 final resultó un alivio para el suizo, cansado del martirio en el que ha vuelto a convertirse el jugar contra Rafael Nadal en tierra batida.