El miedo de James: todos los que se marchan del Madrid fracasan
El Real Madrid es sinónimo de éxitos… al menos en el último sexenio. La llegada de José Mourinho al banquillo blanco devolvió el carácter competitivo tanto en las competiciones nacionales -Liga y Copa- como en la Champions y más de un jugador que se ha marchado se ha arrepentido. Todos los futbolistas blancos han visto inflado su palmarés gracias al Real Madrid y es James Rodríguez quien más claro lo ha visto mostrando su negativa a salir del equipo.
Todo comenzó con el citado entrenador portugués, que venía de proclamarse campeón de Europa con el Inter. Al amplio capítulo de altas (Di María, Özil, Khedira…) se sumaron varias bajas de peso como la de los capitanes Raúl y Guti, que tomaron rumbo a Alemania (Schalke) y Turquía (Besiktas), respectivamente. Metzelder, Van der Vaart o Mahamadou Diarra fueron otros que también abandonaron la entidad merengue.
El eterno capitán siguió con su romance con el gol en la Bundesliga, aunque eso no se tradujo en títulos ya que sólo conquistó Copa y Supercopa. En el caso del 14 se fue a tierras otomanas a dar las últimas pinceladas de calidad en su carrera, aunque allí su peso sólo se tradujo en una Copa en su palmarés y varios episodios extradeportivos.
El proyecto de Mou tomaba forma
Después de la conquista de la Copa ante el Barça y caer en semifinales de Champions después de mucho tiempo sin estar entre los mejores, Mourinho volvía a plantear la pretemporada con una serie de cambios significativos. Varane, Coentrao y Callejón llegaron siendo Garay, que puso rumbo al Benfica y Drenthe, al Everton inglés, las bajas más significativas.
El argentino sí conquisto Portugal pero no Europa ya que perdió dos finales de la Europa League. En el caso del holandés, su mala vida fuera de los terrenos de juego le hicieron un exfutbolista cuando tenía las dotes de crack mundial.
La limpia hispano-turca
Mourinho planeaba su tercera temporada en el Real Madrid después de conquistar la Liga de los récords y volver a caer en semifinales de Champions. Así, el portugués quería encajar esas pequeñas piezas que le faltaban y dio salida a los turcos Altintop y Sahin, y a los españoles Carvajal, Granero y Pedro León para traer a un jugador a día de hoy imprescindible como Modric, además de otros refuerzos.
El balance de todos estas salidas es significativo ya que tan sólo los dos otomanos pueden decir haber celebrado otro título, aunque de carácter nacional como las Ligas turcas y Copas en el caso del primero con el Galatasaray y Supercopa en el segundo. El resto, tan sólo Carvajal volvió a saborear un trofeo con su vuelta a la capital de España.
La ‘españolización’ de Ancelotti
Tras un año en blanco, Mourinho fue reemplazado por Ancelotti en el banquillo. Las tres ocasiones seguidas cayendo en semifinales de Champions necesitaban de un empujón para hacer al Real Madrid campeón de su trofeo.
Así el italiano españolizó la plantilla (Isco, Carvajal, Illarramendi), con el añadido de Bale, y dio salida a jugadores como Özil, Higuaín, Kaká o Callejón de los que tan sólo pueden presumir de haber levantado títulos menores como Copas o Supercopas del país de destino. El curso acabó con la conquista de la Décima tras doce años en blanco en dicha competición.
Di María y Alonso: caer en lo más alto
Con la vuelta a la hegemonía en Europa, las altas llegaron principalmente de nacionalidades americanas (James, Keylor, Chicharito…) renunciando a la vitola de campeón pesos pesados como Di María o Xabi Alonso.
El primero fue camino Manchester -United concretamente- y un frustrado año a las órdenes de Van Gaal le llevaron al PSG para conquistar todos los títulos posibles en Francia. Curiosamente, lo mismo que su compañero en la medular, que en Alemania ha visto como el Bayern es superior, pero en la Champions se ha quedado dos años a las puertas de la final que había ganado el año de su salida.
Casillas y compañía confirman la regla
Ya en el último curso, que ha tenido a Benítez y Zidane como entrenadores, la salida más sonada fue la del capitán durante el último lustro Casillas con rumbo al vecino Porto. Las críticas que ya levantaba en Madrid se han visto aumentadas en Portugal, sin que pueda haber celebrado un sólo título.
Khedira, que se fue a la Juventus de Turín, y no se ha consolidado con un hueco en el once italiano, o Coentrao al Mónaco, son los últimos ejemplos que demuestran que lejos del Madrid no hay paraíso tras volver a sumar la Undécima blanca. James Rodríguez es perfectamente consciente de esta maldición.