La emotiva historia de superación del piloto de MotoGP Pedro Acosta
Descubre los primeros pasos de Pedro Acosta en el motociclismo y los sacrificios que tuvo que hacer su familia para cumplir su sueño.
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Rara es la persona que no haya oído hablar ya de Pedro Acosta. El piloto nacido en Murcia, que a sus 17 años se proclamó campeón de Moto3 y que ahora ha dado el salto a Moto2 es prácticamente una realidad de cara al futuro del motociclismo español. Fue una promesa y, como hemos dicho, ya es presente, pero el de Mazarrón no lo ha tenido nada fácil para llegar al sitio en el que está hoy en día.
Pedro Acosta nació en el seno de una familia humilde y trabajadora que durante cuatro generaciones habían desempeñado labores en el mar. Posiblemente a este piloto le tocaría ser uno más en la saga de pescadores y tener que salir a faenar con el Peretujo, el barco familiar, pero desde que era pequeño todos comenzaron a ver que su sitio iba a estar encima de una moto y sorteando a rivales y curvas en lugar de olas y mal tiempo en alta mar.
Aunque fuera pescador, a su padre le apasionaban las motos y eso sí que lo heredó Pedro Acosta, que le acompañaba en muchas ocasiones para verle rodar con sus amigos en algún circuito cercano. Pero un día todo cambio cuando fue a Pedro al que le dieron permiso para subirse a una y también moverse por el circuito. En la grada estaría el hombre que le ha acompañado hasta hoy y que el de Mazarrón siempre nombra para agradecerle todo lo que ha hecho por él: Paco Mármol, alias Pacote.
Pedro Acosta no se cansa de agradecer a Pacote haberlo entrenado y acompañado durante todos estos años. Los padres del joven piloto que revolucionará MotoGP en los próximos años lo apuntaron en la escuela de Mármol y desde ese momento vio que había un diamante en bruto en sus manos. Con entrenamientos muy técnicos con motocicletas grandes y pesadas en espacios más reducidos, Acosta fue forjando un estilo propio, moderno que le hace ir sobrado de técnica en cada carrera.
Pero en esa época la economía en casa no era la mejor. Pedro perseguía con una ilusión y una pasión tremenda su sueño y en su familia el dinero empezaba a ser destinado para que pudiese labrar su futuro. Incluso amigos de los padres tuvieron que prestar dinero para que el joven Pedro Acosta pudiese comprarse un mono para poder entrenar y competir. Vaya cosas de la vida, que esa ayuda haya sido crucial para que hoy toda España y el resto del mundo que ama el motociclismo puedan ver a lo que, sin duda, será uno de los grandes de la historia de este deporte.
A medida que pasaban los años Pedro Acosta comenzaba a competir en diferentes torneos de renombre en nuestras fronteras y en la mayoría de los casos arrasaba. Uno de los campeonatos que más le ha aupado fue el de Red Bull Rookies Cup, ya que después lo reclutó Aki Ajo para que ocupase el puesto de Raúl Fernández en KTM en Moto3. El resto de la historia la conoce prácticamente todo el mundo: campeón en su año de rookie.
Se estrenaba en esta categoría de Moto3 y de las primeras cuatro carreras fue capaz de ganar tres y subirse al podio en todas. Pero lo más llamativo es que con 16 años fue el mejor de todos y al final de la temporada logró proclamarse campeón del Mundial en su primer año. Ahora, a Pedro Acosta, que trata de alejarse de las informaciones y redes sociales para centrarse en pilotar, le ha llegado la oportunidad de subir un escalón y seguir peleando y disfrutando en Moto2.
Por otro lado, si algo continúa caracterizando a Pedro Acosta que es que lleva la humildad por bandera. Siempre se deshace en continuas palabras de agradecimiento para Pacote y para su familia, pero a los equipos a los que ha llegado siempre confirma que lo dará todo, porque viniendo de donde viene y haber pasado por todo lo que ha pasado, es consciente de la suerte que tiene al estar viviendo esta oportunidad por la que muchos jóvenes pelean igual que él.