El coronavirus obliga a MotoGP a reinventarse
MotoGP ha tenido que cancelar los cuatro primeros grandes premios del curso por el coronavirus y están valorando la manera de readaptarse y colocarlos durante la temporada. Han alargado el final del 15 al 29 de noviembre que acabará con dos bloques de tres carreras seguidos con un fin de semana de descanso.
El coronavirus ha frenado por completo el deporte. A unos les ha pillado en plena temporada y a otros, como MotoGP, les ha cogido a punto de comenzarla. El organismo dirigido por Dorna tiene ante sí una situación extraña a la vez que complicada, que le obliga a tener que reinventarse para poder cuadrar todas las carreras. Desde la empresa organizadora del Mundial se anticiparon para preservar la salud de los pilotos y cancelaron el GP de Qatar, el primero de la temporada.
Sin embargo, después del de Qatar se pospondrían los tres siguientes (Tailandia, Américas y Argentina). La idea de Carmelo Ezpeleta, presidente de Dorna, es la de poder disputar todas las carreras porque de no hacerlo sufrirían grandes pérdidas económicas relacionados con los patrocinadores y las primas de cada gran premio. Por el momento se ha decidido ampliar el final del campeonato del 15 de noviembre que debía terminar al 29 del mismo mes.
Pese a la ampliación el tramo final de la temporada quedará muy apretado, con dos bloques agotadores de tres carreras en tres semanas en cada uno. Sólo tendrán un fin de semana de descanso entre uno y otro. «Físicamente, podemos aguantarlo todo, pero mentalmente será un desafío para todo el mundo», aseguró el español Joan Mir, piloto de Suzuki. Todo un reto que los pilotos deberán hacer frente después de un año difícil.
De momento sólo se han suspendido los cuatro primeros grandes premios, mientras los de mayo (España, Francia e Italia) se mantienen. Aunque igual no se disputan en las fechas previstas desde el inicio, ya que están considerando moverlas al periodo de vacaciones de verano (13 de julio a 2 de agosto) si fuera necesario. También está sobre la mesa la opción de prolongar todavía más la temporada dentro de los límites que permite la logística, las zonas horarias y la climatología.
«La puerta cerrada es insostenible»
«La puerta cerrada, económicamente, es insostenible. Necesitamos los ingresos de las taquillas. Si el calendario se reduce, hará falta negociar con nuestros patrocinadores y nuestros suministradores, porque perderíamos ingresos, aunque los viajes nos cuesten más baratos», asegura a AFP Johan Stigefelt, director del equipo SRT, satélite de Yamaha en MotoGP.
El retraso del inicio del campeonato ha afectado económicamente a los equipos, pero también les afecta deportivamente puesto que no podrán mejorar sus motores durante el transcurso del año al no haberse ampliado el plazo para desarrollar las motos. «Por razones de igualdad y justicia», organizadores, constructores y equipos acordaron el lunes que una «homologación sea realizada a distancia y digitalmente en cuanto sea posible».
Lo cierto es que este parón obligatorio por el coronavirus puede traer consecuencias de cara a la campaña de 2021, ya que en caso de alargarse más la temporada dejaría a los equipos sin mucho margen para preparar las mejoras en las motos del próximo año. Aunque la reducción de carreras en el calendario del curso siguiente podría ser una manera de reducir costes, según explican algunos equipos.
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