Todas las curiosidades de la bandera italiana que te sorprenderán

Las banderas son uno de los principales símbolos que tiene cada país, y aunque estamos acostumbrados a verlas en diferentes situaciones, sabemos realmente muy poco sobre su origen y el porqué de sus diseños y colores. Dicho esto, en las siguientes líneas vamos a conocer algunas de las curiosidades de la bandera italiana.

La Italia actual es una de las naciones más jóvenes del continente. Terminó de formarse al finalizar la II Guerra Mundial, y por eso es interesante aprender más detalles respecto de este emblema patrio.

Curiosidades de la bandera italiana que te sorprenderán

Historia

El diseño de la bandera de Italia no surgió de la nada. Está inspirado en el modelo de la bandera francesa, la cual fue introducida durante la Revolución Francesa en la época napoleónica. Napoleón asignó a un grupo de voluntarios de la Legión Lombarda a finales del Siglo XVIII un estandarte con los colores que tiene la bandera italiana en la actualidad.

Posteriormente la enseña fue adoptada como símbolo de la República Cisalpina, para luego ser recuperada en Milán. No fue hasta el año 1848 cuando se convirtió en la enseña oficial de Italia. Lo hizo gracias al rey Carlos Alberto de Saboya. Más adelante, en el año 1861, se le añadió una corona real.

Este modelo de bandera estuvo vigente hasta después de la II Guerra Mundial. Con la caída definitiva de la monarquía en Italia, se eliminó la corona real.

La tricolor, como se la suele denominar por la combinación de tonos verde, blanco y rojo, proviene del siglo XIX, cuando el destacado poeta Francesco Dall’Ongaro, en un intento por describir las características del territorio, manifestó que era «blanco como los Alpes, rojo como los volcanes y verde como las llanuras de Lombardía».

Sin embargo, esta no es una bandera antigua ni mucho menos, sino que fue adoptada en junio de 1946. Establecida la Italia moderna tras la derrota ante Los Aliados en el campo de batalla, se decidió que ésta sea definitivamente la bandera nacional, tomando el estandarte que Napoleón ofreció en 1796 a los voluntarios originarios de Lombardía que combatieron junto a los ejércitos franceses contra los enemigos del imperio.

Durante el gobierno de Silvio Berlusconi, se rechazó la modificación de alguno de estos tonos por parte del público. Nadie quería cambiar la bandera que incluso tiene su propio día, el 7 de enero, con celebraciones en todo el país.

Si alguien va a doblar la bandera italiana para recogerla al acabar una ceremonia, siempre debe hacerse de forma que la banda roja se doble sobre la blanca, y la verde sobre ambas, porque este color es el que tiene que verse.

Por último, para diferenciarla de la bandera de México con la que comparte algunas de sus especificaciones, esta bandera incorpora un escudo civil o militar, dentro de la franja blanca, y así ya es diferente del país norteamericano.