Bandas, robos, peleas e inseguridad siembran el terror navideño en la Valencia de Ribó

Oleadas de asaltos y robos, reyertas callejeras y el constante dolor de cabeza para los vecinos que producen los botellones han salpicado la Navidad en la ciudad de Valencia, que gobierna Joan Ribó (Compromís).

La pasada Nochevieja, mientras las 12 campanadas y las tracas que siguieron al inicio del año sonaban en la Valencia de Joan Ribó, un grupo de ‘aluniceros’ estrellaba su vehículo contra los escaparates de una lujosa tienda de bolsos en pleno centro de Valencia. Paradójicamente, la tienda se encuentra muy cerca de la Plaza del Ayuntamiento, desierta a esas horas por las restricciones impuestas por la sexta ola covid. Ante el estupor de los viandantes, los ladrones culminaron el robo, huyendo en un segundo vehículo.

El verano y el otoño ‘caliente’ que se vivieron en la ciudad de Valencia por la proliferación del botellón y la delincuencia callejera han tenido continuidad. La Navidad en la Valencia de Ribó está resultando realmente descorazonadora, pues se suman robos en viviendas y farmacias, asaltos callejeros y un aumento de la inseguridad.

De nuevo, la tercera ciudad de España vuelve a estar en el ojo del huracán y muchos de sus barrios siguen atemorizados ante el avance de la delincuencia. Si los datos del tercer trimestre ya resultaban desoladores, con un aumento de más del 36% de los delitos respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, la situación continúa siendo crítica, con una policía local que no da abasto y que cuenta con cerca de 200 efectivos menos que en 2015, cuando Joan Ribó tomó las riendas del Ayuntamiento. Las perspectivas para este 2022 no son mejores y se teme que el incremento de efectivos se vea mermado por jubilaciones y bajas.

En el Eixample (el Ensanche), distrito 2 de la ciudad de Valencia, el temor se ha apoderado de los jóvenes ante la proliferación de bandas callejeras, entre cuyas ‘actividades’ se encuentra en robo de dinero y teléfonos móviles. En uno de esos asaltos callejeros, un joven recibió tal paliza que sufrió rotura de mandíbula. Sus lesiones obligaron a hospitalizarle. Más recientemente, el robo perpetrado en una vivienda fue grabado por las cámaras de seguridad de la propia casa.

En Orriols, un barrio situado en el distrito de Rascaña, al norte de la ciudad de Valencia, ‘Orriols en lucha’, un movimiento transversal de vecinos de esa zona que reivindica un barrio seguro, diverso y digno, se preguntaba en su página de twitter qué más tiene que pasar para que actúen las autoridades. Denuncian esos vecinos que antes había una reyerta cada dos meses y hoy existen multitud de pequeñas peleas cada día en plena calle.

También en Orriols, otros vecinos observaron asombrados como el primer día de enero lo iniciaban en su vivienda con un extraño asomado a la ventana por el exterior y visualizando desde su privilegiada ubicación lo que sucedía dentro del domicilio. Pocas horas antes, los propios vecinos habían hecho público que la ola de violencia vivida en la última semana del año fue como la del pasado verano: con peleas. En el trasfondo de todo ello, se encuentran los problemas relacionados con la droga, que padece la zona.

La situación es ya tan alarmante que la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia María José Catalá ha denunciado que la delincuencia «se está desbocando» y situaba como ejemplo que los vecinos del Marítimo denunciaron, a lo largo de 2021 un total de 65 reyertas callejeras, y reclamaba un incremento de la presencia policial. Las cifras así lo delatan. Según dijo Catalá, Valencia ha cerrado 2021 con incremento de los delitos del 36,5%. El doble que la Comunidad Valenciana y cinco veces más que la media de España.