La Generalitat lanza un plan para dar prioridad a «la lengua de signos catalana» antes que al español
La Generalitat de Cataluña, ahora con Pere Aragonès al frente, quiere afianzar su política lingüística despreciando al español y dando prioridad al catalán e, incluso, al aranés y a «la lengua de signos catalana». Así se desprende del denominado Pacto Nacional por la Lengua que la consejera de Cultural del Govern, Natàlia Garriga, implementará en la región.
Garriga considera que existen «dudas sobre la viabilidad de lenguas como el catalán, el aranés y la lengua de signos catalana». Así lo afirmó el pasado martes durante en una intervención en el Parlament de Cataluña, tras una interpelación de Ciudadanos sobre la necesidad de elaborar un plan nacional de lenguas con la finalidad de «defender todas las lenguas oficiales de España en todos los territorios».
«Nuestra intención es poner sobre la mesa, en un debate abierta a todos, la situación de todas las lenguas que se hablan en Cataluña, con datos en la mano y garantizando el presente y el futuro del catalán, el aranés y la lengua de signos catalana en este contexto plurilingüe, rico y diverso», aseguró la consejera de Cultura de la Generalitat.
«El castellano tiene buena salud»
La lengua española es la lengua materna del 51% de los catalanes, según el VIII Informe sobre la situación de la lengua catalana. El español es la lengua común de todos los españoles, incluidos los catalanes, y con la que se comunican hasta 580 millones de personas, el 7,6 % de la población mundial, según un informe del Instituto Cervantes. A pesar de estos datos, la Generalitat de Cataluña no cesa en su empeño de menospreciar al español.
Natàlia Garriga considera que el «castellano goza de buena salud en Cataluña». «En Cataluña el 97,6% de la población sabe escribir el castellano; el 98,5% lo sabe leer; el 99,5 lo sabe hablar, y el 99,8 lo entiende. Esto significa que prácticamente el 100% de la gente que reside permanentemente en Cataluña entiende, habla, lee y escribe en castellano. Por lo tanto, esta lengua está perfectamente normalizada en la sociedad», apostilló en su intervención.
La consejera de Cultura instó también al resto de fuerzas políticas de Cataluña a «encontrar consensos» de cara a este Pacte Nacional per la Llengua. «El objetivo debe ser sentarse alrededor de una mesa para debatir sobre las lenguas que muestran dudas de viabilidad. Trabajemos juntos para tener una sociedad plurilingüe, donde todas las lenguas estén en igualdad de condiciones, comenzando por la catalana», señaló.
El Govern de Cataluña considera que está en juego el «futuro» del catalán, el aranés y la lengua de signos catalana porque el español «tiene una clara ventaja frente al catalán». «Su futuro depende de cómo se las cuide y de las políticas que se hagan en los Países Catalanes. El catalán debe ser la principal herramienta de cohesión social e integración en Cataluña», zanjó Garriga.