Semana ocho de embarazo: cómo se ve el vientre y el riesgo de aborto

Si has llegado a la semana 8 de embarazo, debes saber que te encuentras actualmente en la mitad del primer trimestre de embarazo. A partir de ahora, con el final de la séptima semana y el comienzo de la octava semana aproximadamente, el embrión se convierte en feto a medida que se completa el proceso de orogénesis de modo que ya se define como tal. Sin embargo esta es una semana en la que debes ir con mucho cuidado. Os hablamos ahora con detalle de la semana ocho de embarazo: cómo se ve el vientre y el riesgo de aborto

Semana ocho de embarazo: cómo se ve el vientre y el riesgo de aborto

En este período, la mama comienza a prepararse para la lactancia (ya en la semana 16 podrá producir leche) lo que conduce a un aumento de su tamaño en comparación con lo normal. Por otro lado, a medida que el útero se hincha, desplaza los órganos internos y comprime la vejiga, por lo que es posible que sienta la necesidad de orinar con más frecuencia aunque será muy raro que el vientre se vea abultado dado que el feto es todavía muy pequeño como para que se note.

El feto durante la octava semana.

Esta semana es importante en lo que respecta al desarrollo cerebral del feto, ya que las neuronas se ramifican y se entrelazan entre sí para formar circuitos o vías neuronales primitivas. En el transcurso de la octava semana de gestación, la boca continúa desarrollándose, los botones dentales (que se convertirán en dientes de leche), los ojos, la nariz, la boca y los oídos se vuelven más desarrollados y comienzan a formarse los rasgos faciales mientras los ojos comienzan a pigmentarse junto con las cejas, lo que hace que los ojos parezcan estar abiertos.

Las piernas y los brazos del feto comienzan a estirarse, formando las manos, muñecas y codos, a medida que su cuerpo comienza a enderezarse. Los muslos, rodillas y pies aún no se han formado. La pequeña cola, visible la semana anterior, ha desaparecido casi por completo junto con la membrana interdigital de los dedos. El bebé comienza a moverse durante esta semana, aunque todavía es muy temprano para que lo sientas.

El corazón, aunque todavía tiene dos cavidades en lugar de cuatro, está bombeando de manera eficiente y ya se pueden ver los vasos sanguíneos delgados debajo de la fina piel. También se han formado las válvulas aórtica y pulmonar pero los pulmones están aún en fase de crecimiento.

En cuanto al tamaño, el feto ahora mide entre 18 y 22 mm de largo, el tamaño de media frambuesa y adquiere cada vez más la apariencia de un bebé en miniatura, con todos los órganos necesarios para sobrevivir.

Ahora veamos cuáles son los cambios que se producen en el cuerpo de la futura madre durante la octava semana de embarazo.

Tu cuerpo durante la octava semana de embarazo

Aproximadamente en este momento, tu vientre comienza a hincharse levemente pero como decimos, todavía es muy temprano como para que se comience a notar el embarazo. Si presiona suavemente sobre el abdomen, es posible que sienta que su útero se extiende, aunque todavía no se notará por completo.

En cuanto a los síntomas de esta semana, tenemos que decir que se suelen suavizar algunos y agudizar otros que ya has estado sintiendo en semanas previas, aunque estos suelen ser los más comunes.

• fatiga y cansancio;
• hinchazón;
• flatulencia;
• estreñimiento;
• micción frecuente;
• dolor de estómago;
• dolor en los senos;
• dificultad para respirar;
• apetito incrementado;
• cambios emocionales
• antojos y aversiones hacia la comida;
• ansiedad;
• dolor de espalda;
• congestión nasal;
• dolor abdominal;
• dolor en los ligamentos (especialmente en el segundo embarazo);
• aumento de la sensibilidad al olfato;
• mareo;
• hinchazón e induración del abdomen (poco común, pero inofensivo en esta
• etapa);
• insomnio;
• picazón en piernas, manos y vientre;
• dolor en las articulaciones.

Señales a tener en cuenta

Puede que sientas algunos de los síntomas mencionados o puede que sea todo lo contrario. La desaparición repentina de los síntomas mencionados anteriormente no significa que haya problemas con el embarazo. Algunos de ellos, como el dolor y las náuseas, pueden aparecer y desaparecer. Es absolutamente normal.

Sin embargo, si te sientes diferente o tiene algún otro motivo de preocupación, llama a tu médico dado que en esta semana todavía existe riesgo de sufrir un aborto espontáneo aunque sea menor que en semanas anteriores.

Los investigadores estiman que hasta el 20 por ciento de los embarazos terminan en aborto espontáneo antes de alcanzar el primer trimestre.  La situación puede parecer bastante desoladora, pero ten en cuenta que la mayoría de las veces los abortos espontáneos son causados ​​por anomalías cromosómicas y de ninguna manera están bajo el control de la madre.

La buena noticia es que cuando el feto llega a las ocho semanas, el riesgo de aborto espontáneo disminuye a alrededor del 1,5% pero eso no impide que consultemos al médico en caso de duda.