Dieta vegana en el embarazo ¿Es posible?

Los debates sobre la posibilidad de adoptar una dieta vegana durante el embarazo nunca terminan. Sin embargo, si se controla médicamente y se lleva a cabo con las indicaciones correctas, la dieta basada solo en verduras y frutas es segura tanto para niños como para mujeres embarazadas. Una noticia que confirmó un estudio de 2018 en la revista «Nutrients» aunque si decides hacer este tipo de dieta o seguir de hecho, el tipo de alimentación vegana que ya sigues, será necesario prestar atención especial a algunas cuestiones que ahora te explicamos.

Dieta vegana en el embarazo

«Nutrición vegana para madres e hijos: herramientas prácticas para los profesionales de la salud», es el nombre del estudio que señalamos, en el que se daban pautas para poder seguir una dieta vegana durante el embarazo, prestando sobre todo especial atención al manejo de algunos nutrientes teniendo en cuenta la especial necesidad de estos en el caso de niños pequeños y de mujeres embarazadas.

Estas sustancias también se pueden obtener a partir de una dieta 100% vegetal. Además, se deben seguir las mismas disposiciones para implementar una dieta vegana incluso en la fase de lactancia.

Dieta vegana: beneficios para la madre y el bebé

Una dieta vegana durante el embarazo, según especialistas del sector, no solo sería posible sino que incluso conllevaría importantes beneficios: de hecho, podría proteger contra la preeclampsia y el aumento excesivo de peso, minimizando la exposición a fármacos genotóxicos. Además, evitaría el desarrollo de varias enfermedades pediátricas en el feto: asma, diabetes, defectos del tubo neural, labio leporino y algunos cánceres pediátricos entre las posibles inmunidades. Finalmente, los niños veganos tendrían un menor riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad y no estarían expuestos a los antibióticos ampliamente utilizados en las granjas.

Dieta vegana: nutrientes esenciales en el embarazo

La primera necesidad de una dieta (sea la que sea) en el embarazo (sobre todo en el segundo y tercer trimestre), así como en las etapas de lactancia, destete y primera infancia, es que no falten algunos nutrientes considerados esenciales. Entre los esenciales encontramos: proteínas, fibra, ácidos grasos omega-3, hierro, zinc, yodo, calcio, vitamina D y vitamina B12. Como informa el estudio, el único suplemento específico a utilizar, frente a una dieta integral, es la vitamina B12, cuyas dosis y rangos sanguíneos de referencia se recomiendan para madres y niños veganos. A pesar de todo, la vitamina B12 es una sustancia especialmente crítica incluso en dietas omnívoras en las que no se puede descartar a priori tal carencia, a pesar de la multiplicidad de alimentos. En cuanto a otros suplementos, como el DHA, un omega-3 de cadena larga, y la vitamina D, se deben tomar las mismas precauciones que para la madre y el niño, independientemente del tipo de dieta seguida: por lo tanto, su integración es imprescindible. Para obtener dichos nutrientes bastará con consumir alimentos vegetales ricos en ellos y poner en práctica acciones sencillas en la preparación de los alimentos, para aumentar su absorción.