BALEARES

Rocambolesco viaje de un paquete en Menorca: 335 km y un salto a Mallorca para llegar a la casa de al lado

Un envío entre dos vecinos de Alayor tiene que recorrer más de 300 kilómetros y cruzar el mar hasta Mallorca antes de poder entregarse

Rocambolesco viaje paquete Menorca
Julio Bastida

Un envío entre dos vecinos de Alayor (Menorca) tiene que recorrer más de 300 kilómetros y cruzar el mar hasta Mallorca antes de poder entregarse… al mismo pueblo. Una muestra más del caos absoluto que reina en Correos bajo el Gobierno de Pedro Sánchez.

Un simple paquete que sale de Alayor hacia otro domicilio del mismo municipio debe pasar por Mahón, Ciutadella, Alcúdia y Palma, atravesar 126 kilómetros por mar y otros 209 por tierra, para finalmente volver a Menorca. En total, 335,6 kilómetros de trayecto absurdo antes de llegar a destino. Todo porque la isla carece de un centro de gestión postal automatizado, y el correo tiene que ser procesado en Palma.

El senador menorquín del Partido Popular, Cristóbal Marqués, ha denunciado esta situación «insostenible», que califica de «auténtico disparate logístico fruto del abandono del Gobierno central y de la desastrosa gestión socialista en Correos». «Es un sinsentido que una carta enviada de Mahón a Ciutadella tenga que pasar por Valencia. Esto demuestra la falta de respeto del Gobierno hacia los menorquines», ha estallado Marqués.

Según el senador, el servicio postal público en la isla está «al borde del colapso» por la falta de personal, los recortes y la desorganización interna. En apenas seis años, la plantilla ha pasado de 57 trabajadores en 2019 a tan solo 34 en 2025. En Alayor, por ejemplo, se ha pasado de siete a tres carteros. No se cubren jubilaciones ni bajas, y los empleados se ven obligados a asumir tareas de oficina, dejando pueblos enteros sin reparto durante días.

Marqués recuerda que el desmantelamiento comenzó en 2019, con el nombramiento a dedo de Juan Manuel Serrano, amigo personal de Pedro Sánchez, como presidente de Correos. Desde entonces, la empresa pública acumula pérdidas, plantillas recortadas y un servicio cada vez más deficiente.

El pasado verano, miles de cartas quedaron apiladas sin repartir, especialmente en la oficina de Mahón, responsable de todo el levante menorquín. Entre esos envíos, había notificaciones judiciales y administrativas que llegaron con semanas —incluso meses— de retraso. Ahora Correos tendrá que indemnizar a las instituciones afectadas.

El Partido Popular ya presentó una moción en el Senado para reforzar la plantilla y mejorar el servicio postal en Baleares. El PSOE votó en contra, incluso contradiciendo a su propio partido en las islas. «Ni siquiera el PSOE balear comparte el abandono del Gobierno de Sánchez, pero en Madrid miran hacia otro lado», lamenta el senador menorquín.

Marqués exige al Ejecutivo central una respuesta inmediata: cubrir las vacantes, aumentar la financiación del servicio postal y crear una nueva cartería en el centro de Menorca para acabar con este «despropósito logístico». «Correos es un servicio público esencial, no un juguete político del PSOE. Los menorquines merecen respeto y eficiencia, no chapuzas de 335 kilómetros para enviar un paquete al vecino», ha sentenciado.

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