
La alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) afecta entre el 2% y el 3% de los bebés en su primer año y exige una atención temprana y protocolizada en Pediatría. Sus manifestaciones son muy variables —desde reacciones inmediatas como urticaria o vómitos hasta síntomas digestivos más sutiles—, por lo que distinguir sospecha de diagnóstico confirmado resulta imprescindible. Un abordaje protocolizado, que combine historia clínica rigurosa, pruebas dirigidas y, cuando proceda, fórmulas hipoalergénicas supervisadas por el especialista, evita dietas de eliminación innecesarias y garantiza el crecimiento adecuado del lactante.
Durante un reciente desfile en Pekín con motivo del gran desfile militar para conmemorar a victoria sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial, un micrófono abierto captó una conversación que ya se trasmitía más allá del rumor: Vladimir Putin afirmó que "los órganos humanos pueden trasplantarse continuamente; uno envejece hacia lo joven y podría incluso volverse inmortal". Por su parte, Xi Jinping, replicó con cierta ligereza que "se especula que este siglo los humanos podrían vivir hasta los 150 años". Detrás del gesto, sin embargo, se asoma una realidad mucho más compleja, que exige someter el discurso a un escrutinio científico riguroso.
Las fiambreras escolares y de campamentos veraniegos deben ser más que un simple snack. Según la doctora Alba Santaliestra han de aportar “hidratación, minerales y proteína” adaptados al nivel de actividad de los niños. Es clave incluir frutas y verduras al menos una vez al día para cubrir vitaminas, minerales y agua. Conviene evitar ultraprocesados con más de cinco ingredientes, reservándolos para ocasiones puntuales. Fomentar la variedad de colores, texturas y formatos en el menú promueve la adhesión de los pequeños a opciones más saludables.
Las personas que padecen insuficiencia cardiaca y son tratadas con medicamentos agonistas del receptor de GLP-1, los nuevos medicamentos para la diabetes y el control de peso, como el famoso Ozempic, comparadas con sujetos que reciben placebo, consumen menos recursos contaminantes y mejoran por esa vía la huella de carbono de la actividad humana en el medio ambiente.
Una enfermedad congénita o bien desarrollada a lo largo del tiempo, pero que suele permanecer oculta, se identifica con una precisión del 77% gracias a una herramienta de diagnóstico basada en inteligencia artificial (IA). Las enfermedades cardiacas estructurales (SHD, por sus siglas en inglés) pueden afectar a la capacidad del corazón para bombear sangre al resto del organismo. Antes se trataban tradicionalmente con cirugía abierta, pero en la actualidad muchas de ellas pueden resolverse con terapias mínimamente invasivas.