Hepatología

Científicos identifican la proteína clave que permite al alcohol destruir el hígado

El hallazgo aporta una explicación molecular detallada de cómo el alcohol contribuye a la progresión de la enfermedad hepática

alcohol hígado
Un nuevo avance contra el daño hepático
Diego Buenosvinos

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Un avance científico reciente ha arrojado luz sobre uno de los mecanismos biológicos más importantes detrás de la enfermedad hepática asociada al consumo de alcohol, una de las principales causas de enfermedad hepática crónica y trasplantes a nivel mundial. Investigadores de la Universidad de California en San Diego han identificado cómo el alcohol afecta una proteína esencial en el intestino, debilitando las defensas.

El estudio, publicado en la revista Nature, revela que el consumo continuado de alcohol reduce la expresión de una proteína de señalización celular llamada receptor muscarínico de acetilcolina M4 (mAChR4). Esta proteína juega un papel fundamental en mantener a raya a las bacterias intestinales dentro del intestino y evitar que se filtren hacia la circulación y el hígado. Cuando su función se ve comprometida, la barrera intestinal se debilita, permitiendo que bacterias y toxinas viajen al hígado, donde provocan inflamación y daño directo a las células hepáticas.

Los científicos demostraron esta conexión analizando biopsias hepáticas humanas junto con modelos en ratones de enfermedad hepática alcohólica. Descubrieron que cuando el alcohol disminuye la actividad de mAChR4, se altera un sistema inmunitario especializado que normalmente previene la migración de bacterias dañinas. En cambio, al restaurar la función de esta proteína o activar vías relacionadas, los investigadores consiguieron que se formaran las estructuras inmunitarias necesarias para resistir el daño hepático en los modelos experimentales.

Proteger el hígado

El hallazgo aporta una explicación molecular detallada de cómo el alcohol contribuye a la progresión de la enfermedad hepática y abre la puerta al desarrollo de terapias que podrían proteger al hígado debilitando estas rutas biológicas. En algunas investigaciones, incluso se plantea la posibilidad de reutilizar medicamentos en ensayo clínico para otros trastornos que afecten a esta clase de receptores, con la idea de limitar la lesión hepática causada por el alcohol.

Aunque la mayoría de tratamientos actuales para la enfermedad hepática alcohólica siguen centrados en la reducción del consumo de alcohol y el manejo de las complicaciones, entender el papel de proteínas específicas como mAChR4 ofrece un enfoque más preciso desde el punto de vista molecular. Estas investigaciones también podrían tener implicaciones en otras áreas, como el tratamiento de la adicción al alcohol, dado que este tipo de receptores también están implicados en funciones cerebrales relacionadas con el comportamiento y la dependencia.

Este avance representa un paso importante en el conocimiento de cómo el alcohol interactúa con procesos biológicos clave para destruir el hígado, y destaca la importancia de avanzar en estrategias terapéuticas que no solo traten los síntomas, sino que aborden las causas subyacentes a nivel molecular.

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