El miedo al PSOE se impone en el pueblo de Paco Salazar: «Son una mafia, te hacen desaparecer»
"Los votos están comprados en Montellano y no podemos hablar porque si lo hacemos te hacen la vida imposible"
"Si te enfrentas, te sacan del PER, dejan de pagarte el agua o la luz o te ponen obras delante de tu bar para que no entre nadie"

«El silencio como forma de gobierno». Así describen los vecinos de Montellano (Sevilla) la forma de hacer política el PSOE en este pueblo de 7.000 habitantes y cuna del ex diputado socialista, Paco Salazar, acusado de cometer presuntos abusos sexuales a mujeres con las que trabajaba.
Durante 40 años, el poder municipal ha construido algo más eficaz que una mayoría política: una cultura del silencio. Un clima donde opinar tiene coste, preguntar incomoda y recordar el pasado se convierte en un riesgo. En Montellano el miedo no sólo se impone, sino que también se aprende.
«Promesas seguidas de sanciones o de silencio, ésas son las opciones», describen los vecinos. Todo se sostiene en un mecanismo simple y eficaz: el control del empleo y de los planes temporales.
En un pueblo pequeño donde el Ayuntamiento decide quién trabaja y quién no, la crítica se convierte en un riesgo. No hacen falta amenazas y la autocensura hace el resto.
Vecinos que callan. Comerciantes que evitan problemas. Familias que recomiendan prudencia. Es el día a día en Montellano y así se mantiene un pacto de silencio no escrito. No es complicidad: es supervivencia.
«Aquí no quiere hablar nadie, éste es un pueblo muy chico, y el que tenga una parecía y la esté poniendo legal, si mancha o habla mal del PSOE, la parcela se va a tomar por culo», aseguran varios residentes de Montellano.
«No puedo ponerme delante de una cámara porque tengo un negocio, aquí vienen trabajadores municipales, y esto es como una mafia. Como te descuides, te hacen una obra al lado de tu comercio para que no puedan entrar los clientes. A Salazar aquí no lo pueden ni ver, cuando sale en la tele empieza todo el mundo a abuchearle», comenta otro.
«Yo no quiero hablar, tengo el trabajito este, y esta gente es una mafia, entonces yo lo que le temo es que hable y ellos tomen represalias sobre mí. La gente tiene mucho miedo a hablar porque es una mafia y si hablas más de ellos, pues ya no entras en el Ayuntamiento a trabajar, ni en el PER (plan de empleo rural), están todos metidos a dedo», reconoce otro vecino del pueblo que tampoco quiere mostrar su imagen a cámara.
«Hablar de esta gente del Ayuntamiento es difícil porque se toman la justicia por su mano. Hay que tener mucho cuidado.» El PSOE lleva muchos años viviendo del cuento aquí, quizás ha habido buena gente en el partido pero no los sanchistas. Se han hecho dueños del granero y les da igual todo, se lo comen todo. Te quitan de en medio rápido, no es que te maten, pero te hacen la vida imposible», confiesa uno de los vecinos, que no le ha importado ser grabado porque dice que no tiene nada que perder.
«El ambiente está crispado y violentado, porque nuestro pueblo es maravilloso, tenemos muchas cosas que dar y solo sale en los medios por casos de corrupción de este gobierno socialista», señala otro hombre de Montellano.
«Tienen miedo porque son vecinos que tienen primos, hermanos, hijos, nietos o conocidos que trabajan en el Ayuntamiento, están en el PER, no le cobran el agua, o le pagan la luz… y por eso no quieren hablar, están comprados y cuando alguien se sale del pescuezo le hacen la vida imposible…»
En este sentido, los vecinos desean un cambio de Gobierno, pero consideran que no hay oposición. Además, ven muy difícil que eso ocurra porque la opinión de todos ellos es que «los votos están comprados en Montellano.»