Investigan una residencia en Barcelona por ocultar un brote de salmonelosis en el que murieron 8 ancianos
La fiscalía de Barcelona ha denunciado a una residencia como responsable de un brote de salmonelosis. La denuncia señala que se trataba un brote de gastroenteritis aguda por salmonella enteritidis. La enfermedad se prolongó desde julio hasta septiembre de 2022. Los nefastos resultados demostraron cómo 39 residentes fueron afectados, de los cuales 15 fueron hospitalizados y ocho murieron. Ahora la fiscalía se dirige contra la empresa que gestiona el geriátrico al no notificar ninguno de estos casos. El administrador, el gerente, la directora del centro y la doctora de la residencia han sido denunciados por ocho presuntos delitos de imprudencia grave con resultado de muerte.
Comportamiento imprudente
La denuncia expone que la unidad de geriatría del Equipo de Asesoramiento (EAP) notificó la existencia del brote en agosto de 2022. Se personó en el centro un equipo de sanitarios y se informó a la dirección del geriátrico de las medidas higiénicas necesarias para evitar el contagio. Esas precauciones fueron reiteradamente repetidas, así como la obligación de comunicar los casos que se detectasen.
Los investigados, pese a tener la obligación de hacerlo, no notificaron a la Agencia de Salud Pública de Barcelona. De manera irresponsable, negaron el contagio de los 33 residentes y no comunicaron siete de los ocho fallecidos al Servicio de Epidemiología (SEPID). Esto generó un elevado riesgo de transmisión de la infección y otros problemas de salud a los residentes, con consecuencias letales para algunos de ellos. Según la fiscalía, las normas de cuidado no adoptaron ni instaron a la adopción de las actuaciones propuestas por los técnicos epidemiológicos. La denuncia apunta cómo esta situación de grave riesgo sanitario se minimizó negando su existencia y administrando medicación que no había sido prescrita para cubrir los síntomas.
Descuido higiénico generalizado
El fiscal afirma que ante la sospecha del encubrimiento de información y nuevos contagios, se recabaron informes médicos en los que presuntamente se confirma que los denunciados no habrían comunicado la existencia de más casos de contagio en otras plantas. Según la denuncia, la doctora acusada administró a varios residentes del centro un antibiótico llamado Ciprofloxacino sin diagnóstico alguno.