Dibujos animados

Ni Willy Fog ni Barrio Sésamo: la serie de los años 80 que todavía sirve para enseñar valores a los niños

Serie, dibujos animados, entretenimiento
Recreación artística de dos niños viendo Alf.
  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

En los años 80, los televisores se llenaban de aventuras espaciales y fantasías imposibles, pero hubo una comedia que rompió el molde. Esta serie apostó por un alienígena que se infiltraba en la vida cotidiana de una familia estadounidense.

Gracias a su ingenio, sarcasmo y una visión muy particular de las costumbres humanas, conquistó a millones de espectadores. Estos dibujos animados se convirtieron en una herramienta para transmitir valores como la tolerancia, la convivencia y la empatía.

La serie de los 80 que enseña valores a los niños: un clásico televisivo inolvidable

Alf, estrenada en septiembre de 1986 en la cadena NBC, comenzaba cuando una nave espacial se estrellaba en el garaje de los Tanner, una familia de clase media estadounidense.

Dentro viajaba Alf, aunque su nombre real era Gordon Shumway, un ser peludo y de baja estatura procedente del planeta Melmac. Willie, Kate, Lyn y Brian decidían esconderlo de las autoridades y acogerlo en su hogar, dando pie a situaciones tan cómicas como tiernas.

Según recuerda Telecinco, el debut no fue un éxito inmediato en Estados Unidos y la cadena incluso valoró cancelarla. Sin embargo, las licencias de merchandising (que pusieron al personaje en juguetes, ropa y todo tipo de productos) y la creciente popularidad entre el público infantil impulsaron su continuidad.

A partir de la segunda temporada, la serie explotó como fenómeno global, acumulando cien episodios en cuatro años.

Humor y evolución de Alf, el personaje extraterrestre en la serie de los años 80

El gran atractivo de este extraterrestre era su sarcasmo y su mirada crítica hacia las costumbres humanas, algo que lo diferenciaba de otros personajes alienígenas de la época como E.T.

No obstante, como señala la revista Valencia Plaza, su humor tuvo que suavizarse cuando la producción notó su gran tirón entre los niños. Se redujeron referencias como su afición a la cerveza y su famoso apetito por los gatos, especialmente tras un incidente en el que un menor intentó imitarlo.

Otro guiño original era que cada capítulo llevaba el título de una canción popular, reforzando su conexión con la cultura pop.

Detrás de cámaras: producción y desafíos de Alf

Aunque la serie proyectaba ligereza y diversión, su producción distaba mucho de ser sencilla. Rodar una marioneta interactuando con actores humanos implicaba jornadas que podían rozar las 24 horas para obtener apenas media hora de episodio. Las pausas interminables entre tomas y la ausencia de público en vivo desgastaban al elenco.

Anne Schedeen (Kate Tanner) confesó que no hubo otra temporada por los malentendidos entre los productores de la serie. Max Wright (Willie Tanner) ni siquiera se despidió, describiendo la experiencia como «dura y lúgubre».

Andrea Elson (Lynn) reveló que sufrió problemas de salud por la presión mediática. El actor húngaro Mihaly Meszaros fue quien se puso en la piel del alienígena. «Michu» falleció en 2016.

La serie concluyó con un final abierto que dejó al protagonista capturado, y aunque se intentaron revivir sus aventuras mediante una película para la televisión en 1996 sin el reparto original, ninguno alcanzó el impacto del original.

Cuatro décadas después, sigue siendo recordada como una de las comedias familiares más icónicas.

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