¿Puede el cerebro controlar nuestro rendimiento? Te contamos cómo
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La regla del 40% del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos explica que, cuando en medio de un entrenamiento exigente, creemos que hemos alcanzado el límite de lo que nuestro cuerpo puede dar, en realidad solamente nos encontramos en un 40% de lo que somos capaces. Entonces nos resta aún un 60% de margen para seguir esforzándonos en busca del objetivo. ¿Puede el cerebro controlar nuestro rendimiento?
Esta teoría aplicable al ejercicio físico, pero que sirve para cualquier actividad humana, es sólo una muestra de cómo el cerebro controla nuestro rendimiento, un tema que la ciencia investiga desde hace años, con algunas conclusiones muy interesantes que hay que saber.
Entre ellas, la que difunde el Centro nortramericano de Ciencia y Medicina Neural del Cedars-Sinaí y su Departamento de Neurocirugía, relacionada con las señales de las neuronas del lóbulo frontal, y cómo es su impacto sobre el rendimiento y su gestión en la rutina.
Las nuevas hipótesis de los médicos en cuestión fueron publicadas en la prestigiosa revista Science, e intentan proporcionar formas de abordar el rol de las neuronas que controlan tareas esenciales del organismo, asociadas al cerebro y su respuesta al esfuerzo límite.
Ueli Rutishauser, catedrático de Neurocirugía, Neurología y Ciencias Biomédicas y a su vez director del Centro de Ciencia y Archivo de la institución, indica que la flexibilidad es la cualidad fundamental de la mente humana, sea que estemos intentando aprender algo nuevo, o desarrollando un talento específico en una disciplina cuyos preceptos básicos ya dominamos de antes.
Citan como ejemplo esos momentos en los que, mientras estamos hablando, reconocemos rápido y sin dudas que hemos dicho algo incorrecto, y rectificamos antes de que nuestro interlocutor pueda confundirse. Esa característica innata del ser humano, que no está presente en los animales, se le debe al aprendizaje que el cerebro realiza al funcionar.
Por tanto, gracias a la acción de las neuronas individuales que se alojan en el córtex frontal medial, es menos probable que cometamos el mismo error en el futuro, ya que su labor es justamente detectar estos fallos, asimilarlos, e impedir que se repitan, superándolos.
Tales neuronas se activan únicamente luego de tomar una decisión, o a raíz de algo que puede ser clasificado como una equivocación, lo que lleva a los expertos a pensar que resultan esenciales en los procesos de reconocimiento, aprendizaje y rendimiento del cerebro y la persona, y definen su potencial de sacrificio en pro de un fin determinado.
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