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Cuando el cuerpo pide ayuda a gritos

"Los suplementos no sustituyen al entrenamiento ni a una buena alimentación, pero sí ayudan a que el cuerpo responda mejor al esfuerzo"

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El uso de suplementos alimenticios es habitual cuando se hace ejercicio.

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Entrenar no solo trata de rendir más, sino de escucharse mejor. El cuerpo habla constantemente: cuando necesita descansar, cuando pide energía y, también, cuando no llega. En ese punto es donde los complementos deportivos, bien entendidos, tienen todo el sentido del mundo.

Durante mucho tiempo la suplementación se ha asociado a excesos, promesas inalcanzables y poco realistas. Sin embargo, la experiencia y la ciencia han demostrado que existen productos que pueden convertirse en grandes aliados cuando se integran con lógica y conciencia en una rutina saludable. Estos suplementos no sustituyen al entrenamiento ni a una buena alimentación, pero sí ayudan a que el cuerpo responda mejor al esfuerzo y potencian notablemente los resultados.

En este contexto, la creatina es un buen ejemplo de ello. No es una moda reciente ni un invento del marketing moderno. Es uno de los suplementos más estudiados y analizados del mundo deportivo, su principal función es bastante sencilla: ayudar al músculo a disponer de energía cuando más la necesita. Lo que se podría traducir como una mejor respuesta en entrenamientos intensos, una recuperación más rápida entre series y, con el tiempo, en una mejora real del rendimiento. Sin artificios.

Algo similar sucede con la L-carnitina, especialmente en deportes que requieren de resistencia. Su papel es facilitar que el cuerpo utilice la grasa como fuente de energía, algo clave cuando el esfuerzo se prolonga. No se trata de «quemar» por quemar, sino de ser más eficiente, aguantar mejor y reducir la sensación de fatiga. Para quienes corren, practican ciclismo o entrenan durante largos periodos, esa diferencia se nota desde el primer momento.

Y luego está la hidratación, uno de los factores más olvidados y, a la vez, más importantes del entrenamiento. Basta con perder un poco de líquido para que el rendimiento caiga más de lo que podemos llegar a imaginar. En entrenamientos exigentes o largos, el agua sola no siempre es suficiente. Reponer electrolitos y algo de energía rápida ayuda a mantener el equilibrio y a evitar bajones durante la sesión de entrenamiento.

Esta forma de entender el cuidado del cuerpo, desde el sentido común y no desde el exceso, encaja mucho con la filosofía de empresas que llevan décadas trabajando con ingredientes funcionales y productos naturales. Azaconsa es un buen ejemplo. Con más de 150 años de historia, ha sabido combinar tradición e innovación sin perder de vista algo básico: la salud no debería ser una moda.

Hoy, esa visión continúa bajo la dirección de Alejandro Crespo, sexta generación de una empresa familiar que ha ido adaptándose a cada momento histórico. No se trata de romper con lo anterior, sino de continuar el camino con los pies en el suelo: mirar cómo vive la gente hoy, cómo entrena, cómo intenta cuidarse, y a partir de ahí ofrecer productos sencillos, bien pensados y que realmente sirvan para el día a día.

Su línea deportiva nace precisamente de esta filosofía, no de una tendencia puntual, sino de la experiencia, de la observación diaria y del uso real. Esta nueva gama de Azaconsa desarrollada para personas activas y deportistas está formada por: Proteína de Calabaza, Creatina Monohidratada, L-Carnitina y Bebida Isotónica (limón y naranja). Todos ellos son productos que apuestan por soluciones con menos azúcar, fórmulas más limpias y un enfoque claro en apoyar al cuerpo, no en forzarlo.

Cuidarse no debería implicar ir a los extremos y entrenar mejor no debería significar exigirse sin medida, sino entender qué necesita el cuerpo en cada momento. Cuando los complementos deportivos se utilizan con criterio y con respaldo, pueden formar parte de ese equilibrio tan buscado y necesario. Al final, de eso se trata: de rendir, sí, pero también de estar bien, hoy y dentro de muchos años.

Alejandro Crespo

CEO de Azaconsa

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