EDITORIAL DE 'LA ANTORCHA'

Vicente Gil: «Millones de españoles apoyaron con su voto en el 23J la ley del ‘sí es sí’»

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La ley del sí es sí nació de la politización que la izquierda hizo del llamado caso de La Manada. Cinco indeseables que cometieron una brutal violación durante las fiestas de San Fermín de 2016. Gobernaba Rajoy y el PP y había que exprimir el asunto políticamente. De los cinco lo supimos todo, básicamente, porque eran españoles y porque gobernaba el PP. Nombres, apellidos, fotos, profesiones, antecedentes penales… Si hubieran sido extranjeros o hubiera estado gobernando el PSOE, el caso hubiera sido, probablemente, una noticia breve en la sección de Sucesos.

Porque de las «manadas», muchas de ellas de extranjeros, que, a diario, siguen violando en España no sabemos ya prácticamente nada y menos con el lujo de detalles que supimos de aquella. Ni se les llama «manada», ni sabemos sus identidades, ni hemos visto sus fotos, ni sabemos si son españoles o extranjeros, si están en situación regular o irregular, ni a qué se dedican. Nada de nada. Ahora gobierna la izquierda progresista.

La Justicia cayó con todo el peso de la ley antigua sobre los integrantes de La Manada, que no merecen otra cosa más que, como tantos otros cerdos como ellos, pudrirse en prisión. Pero Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Irene Montero… la izquierda podemita y el PSOE y sus coros mediáticos, explotaron aquel asunto y en cuanto llegaron al poder, haciendo gala de su ignorancia y prepotencia, aprobaron la ley del sí es sí sin escuchar a todos los que advirtieron lo que ocurriría.

Con el sí es sí, no pretendían ayudar a las mujeres ni hacer una ley porque no creen en las leyes ni en la cárcel (y tampoco en las mujeres, a las que la izquierda sobetea políticamente). Con el sí es sí, pretendían sólo hacer propaganda barata. Pese a la reforma aprobada a los seis meses de entrar en vigor y gracias al PP, la ley del sí es sí sigue sacando violadores a la calle y rebajando condenas como la del tal Ángel Boza. Más de 1.000 sentencias revisadas a la baja. Más de 100 indeseables de éstos en la calle.

Irene Montero, Yolanda Díaz o el propio Pedro Sánchez siguen en el Gobierno. Dimisiones cero. Eso sí. En pocos días aprobaron el indulto y la desaparición de la sedición para que los golpistas catalanes pudieran salir de la cárcel, como los violadores de mujeres. Montero, Díaz y Sánchez siguen defendiendo a día de hoy la ley del sí es sí como algo mundialmente pionero y vanguardista. Hablan para iletrados. Hablan para idiotas. Pero el problema ya no son ellos desde el 23 de julio. No nos engañemos. Millones de españoles bendijeron esto con su voto aquel día.

10.774.976 ciudadanos españoles votaron el 23J a este Gobierno. Votaron al PSOE y a Sumar. Al Gobierno que excarcela violadores, pacta con terroristas y se rinde ante golpistas y delincuentes que quieren destruir España, nuestra democracia y nuestra paz. Son casi 11 millones de personas que han votado al Gobierno presidido por un individuo que lleva cinco años mintiendo en la cara de todos. De manera que… disfruten lo votado y que sigan saliendo los violadores a la calle, que aquí no pasa nada.

Enhorabuena a esos casi 11 millones de españoles que tienen, en mi opinión, un serio problema moral y que son cómplices directos de esta barbaridad. ¡Usted mismo! Si votó al Gobierno, es cómplice, desde el 23 de julio, de la excarcelación y rebajas de pena a violadores y pederastas. España está ya en la senda de una sociedad atontada, atrofiada moralmente, acrítica y aborregada y donde da igual 4 que 14. ¡Qué más da! A esto le llaman, además, «Gobierno de progreso».

Disfruten lo votado. Estamos seguros de que muchos de ustedes lo volverán a hacer si hay repetición de elecciones. Y volverán a votar al PSOE o a Sumar en cuanto Sánchez les mente a Franco, al fascismo y a Vox. Salvo -eso sí- que alguno de éstos que salen a la calle o ven rebajadas sus condenas u obtienen de Marlaska un permisito de fin de semana, se cruce un día por la calle (¡Dios no lo quiera!) en el camino de su hija, su hermana, su madre o su mujer y la viole. Entonces, quizá, Franco, el fascismo y Vox le suene a chino.

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