Sánchez condena a Madrid a seguir en fase 0
La decisión del comité de expertos de mantener a Madrid en la fase 0 de la desescalada, en contra de la petición realizada por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, ha generado una notable polémica y extendido las sospechas de que estamos ante una medida arbitraria de carácter político. Las razones para dudar de la objetividad del Ministerio de Sanidad se fundamentan en una serie de motivos fácilmente comprensibles. Cualquier comité científico encargado de hacer una evaluación de riesgos sanitarios tiene que cumplir necesariamente con los principios de objetividad, independencia y transparencia. No son requisitos opcionales, sino imprescindibles.
En un Estado de Derecho, incluso durante la situación excepcional del estado de alarma en la que nos encontramos, el Gobierno tiene el deber de actuar con objetividad conforme a criterios que no pueden ser discrecionales. En el caso que nos ocupa, la decisión de negar a Madrid el pase a la siguiente fase la adopta un supuesto comité cuyos miembros no se conocen, motivo suficiente para dudar de su independencia. La falta de transparencia del Ejecutivo socialcomunista hace sencillamente imposible confiar en los criterios técnicos de un órgano cuya composición es ignota. No es una duda gratuita, sino derivada del hecho mismo de que es el Gobierno de Pedro Sánchez quien extiende la sospecha al negarse de forma reiterada e ilegal a dar cuenta de quienes son los miembros que integran el comité de expertos.
La Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública, dispuso que las Administraciones sanitarias exigirían transparencia e imparcialidad a las organizaciones científicas y a los expertos con quienes colaborasen en las actuaciones de salud pública. Por eso, se obligó a que fuera pública la composición de los comités o grupos que evaluasen acciones o realizasen recomendaciones, los procedimientos de selección, la declaración de intereses de los intervinientes, así como los dictámenes y documentos relevantes.
Ninguno de estos requisitos se cumplen en este caso, de modo que sospechar que detrás de la decisión de mantener a Madrid en la fase 0 está la mano partidista del Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez es perfectamente lógico. No hacerlo, en estas condiciones, sería un acto de candidez supina.