Pablo Iglesias, residuo nocivo
Está claro. El socialcomunismo de Sánchez e Iglesias plagia -al pie de la letra- la aterradora fórmula que Lenin inventó para subyugar a la plebe. Tanto el presidente, como su vicepresidente de pega, están aplicando las mismas herramientas políticas con tal de someternos a todos. Las armas que empleó el ruso contra su nación fueron cuatro, a saber: 1- La mentira, más sinónimos, desde el bulo a la calumnia. 2- Una cobertura mediática y servil, que vitoreaba las atrocidades. 3- El “reparto equitativo de la miseria”, salvo para los ya abducidos por su Nomenklatura, enriqueciendo al 5% que se arrastraba ante él y se deshacía, cuando no condenaba al hambre a los insumisos, el 95%. Y 4- La quema del Conocimiento o destrucción de las Almas libres que no comulgaban con la fórmula. ¿Les suena el estribillo?
Por supuesto que les suena. Es el son bolivariano que predomina en Moncloa desde que Iglesias, residuo nocivo e inútil total, sedujo a Sánchez con melodías de odio qua atentan contra nuestro futuro. El presidente debería deshacerse de su vicepresidente si pretende seguir en palacio. Porque domesticar a una hiena, que no admite doma, por ser un animal traicionero, peligroso y reñido con la higiene personal y no digamos con las leyes de la democracia, resulta tarea imposible. Lo mejor que podría hacer es sacrificar a la bestia, por bien del bien común y de su propio bien, señor presidente. Ud, no debe, ni puede presentarse ante la Comisión Económica Europea con una fiera, los depredadores están mal vistos por la gente civilizada y, de hacerlo, le van a mandar a tomar vientos.
La única cosa que los comunistas aprendieron de la Historia es que son incapaces de aprender nada de ella. Noticias recientes nos dicen que la autocracia de Sánchez hace aguas… El PSC acaba de irse a pique frente a la costa de Albiol, que con toda justicia ha recuperado la Alcaldía de Badalona. Las Comunidades Autónomas se le rebelan al César. La inteligente Arrimadas crea distensión entre sus socios paganos. Los partidos constitucionalistas suben como la espuma en las encuestas. Señor presidente, sacrifique a la hiena o su tiempo en Moncloa toca a su fin. El socialismo, para sobrevivir y poder seguir trincando, ha de desprenderse del comunismo caduco que le impone el de Galapagar. Basta recordar la última gilipollez que soltó el mindundi: “Los ricos están deseando pagar más impuestos”.
Sí, como tú, nuevo rico, hortera, que aceptas donaciones de Maduro e Irán. Sánchez, saque de su vida a este revolucionario de mercadillo que no da más de sí. Mándale a hacer gárgaras y verá más de un amanecer en Moncloa. Respete al Rey, a los españoles y logrará dormir en paz, sin que un bolivariano le quite el sueño. Aunque mi deseo es que desaparezca del mapa político para siempre, pues no se puede gobernar peor a un país y con más mentiras, que como lo está haciendo Ud, señor Sánchez.