Monedero, Errejón y Rubiales, víctimas del ‘Sí es Sí’
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Mira que les habíamos avisado de las barbaridades que estaban cometiendo con esa nefasta ley del Sí es Sí que, entre sus muchos disparates, ponía fin a la presunción de inocencia e implantaba la discriminación de los hombres ante la Ley; pero todas, todos y todes a una insistieron demagógicamente hasta que la sacaron adelante, porque quienes, usando el sentido común, nos oponíamos, éramos inmediatamente tachados de machistas, misóginos, heteropatriarcales y extrema ultraderecha rancia. Pues ahora, ajo y agua. Que dejen de llorar porque se han convertido en víctimas del monstruo que entre ellos crearon.
El socialista Luis Rubiales es el primero en ser condenado, pero los otros dos vendrán detrás, porque así lo impone la reforma legal impulsada por ellos mismos. El ex presidente de la federación es hijo del socialista Luis Manuel Rubiales López, que fue alcalde de Motril y delegado de Empleo de la Junta de Andalucía, al que la justicia procesó por estar implicado en el caso de los ERE. Por este motivo, a nadie extrañó que se publicaran tantos mensajes de WhatsApp entre Rubiales y Pedro Sánchez en los que le felicita por sus resultados electorales, sus apariciones en los medios y su gestión: «Pedro, ya sabes de mi admiración por ti», le decía en uno de ellos.
La sentencia del socialista Luis Rubiales es paradigmática de lo que también les va a ocurrir a Errejón y a Monedero. Ha sido condenado por «agresión sexual» a Jennifer Hermoso, como si la hubiera violado, por darle un beso en los labios habiéndole pedido consentimiento previamente, como acredita una grabación, y a pesar de que todos vimos cómo después del beso ella le palmea en la cintura y se marcha sonriendo. Pero la ley del Sí es Sí impulsada por socialistas y comunistas obliga al juez a condenarlo, porque ella después de consentir el beso delante de todo el mundo, denuncia que el beso no fue consentido y a la justicia no le queda más remedio que creerla a ella en lugar de a lo que todos vemos y a condenarlo a él, como serán condenados Errejón y Monedero. El «hermana yo sí te creo» lo convirtieron en ley.
La versión que cuenta la actriz Elisa Mouliaá por todos los platós de televisión acerca de los hechos que provocaron su denuncia contra Íñigo Errejón tres años después de que ocurrieran, son al menos tan fantasiosos como la película de Jennifer Hermoso. La «agresión sexual» que ella denuncia ocurrió en una fiesta en la que estaba rodeada de sus amigos, a quienes no dijo nada, sino que, por el contrario, se fue de la fiesta a casa del político de extrema izquierda que la había intentado violar. Allí él continuó con sus abusos hasta que ella, airada le dijo: «Íñigo, sólo sí es sí» y entonces él dejó de violarla y le pidió un taxi para que volviera a su casa. A Errejón el juez está obligado a aplicarle la misma ley promovida y apoyada por él mismo por la que tendrá que condenarlo como violador, atendiendo exclusivamente a lo que dice ahora su denunciante.
Y si alguna de las muchas acusadoras del podemita Juan Carlos Monedero es «convenientemente convencida» para llevarle ante la Justicia por los abusos cometidos aprovechándose de su posición de poder como profesor universitario y líder de la formación de extrema izquierda, se verá igualmente condenado, aunque la única prueba que exista sea la declaración de esa mujer, igual que le ha pasado al socialista Luis Rubiales con Jennifer Hermoso y le pasará al comunista Íñigo Errejón con Elisa Mouliaá. El juez tendrá que creerlas a ellas pasando por encima de su presunción de inocencia, porque hombres y mujeres ya no somos iguales ante la Ley. Y como la culpa de ese desatino ha sido de socialistas y comunistas, como Monedero, Errejón y Rubiales; los demócratas acataremos las sentencias y los mandaremos a llorar, a la llorería.