La estalinista Montero vuelve a intentar amordazar a OKDIARIO
Podemos mantiene una relación complicada con la libertad. Lo entendemos. Desde el momento en que se acepta el patrocinio económico de narco-dictaduras, como la venezolana, o se acepta la ayuda de los ayatolás de Irán, un país que reduce a las mujeres a la condición de siervas y ahorca a los homosexuales, el marco de un Estado de Derecho como el español tiene que resultar difícil de asumir. La apuesta de Podemos por el comunismo como modelo político avala la anterior afirmación.
La señora Montero tiene que entender que el trabajo de la prensa es informar. Y si, como en este caso, la información va acompañada de una prueba gráfica, pues mejor. Lo que no sirven ya son esos ademanes estalinistas cuando la información, veraz como siempre, muestra lo que de verdad trata de esconder Podemos a los ciudadanos. Y no es otra cosa que el gusto por los casoplones y los despachazos. OKDIARIO se ha limitado a constatar un hecho. Iglesias y Montero acaparan más metros cuadrados en el Congreso cuando su apoyo social ha disminuido en votos y, por tanto, en escaños.
Ha sido legal y ético mostrar los despachos. Da la impresión, por tanto, que la indignación de la señora Montero es una exclusa para desviar la atención de lo auténticamente relevante. Nos referimos al gusto por el lujo y el confort burgués que tanto ella como su pareja, el señor Iglesias, casi han convertido ya en norma de vida y guía de conducta. Nada tenemos que objetar por esta apuesta existencial, que en sí nos parece perfectamente legítima. Pero no deja de resultar llamativo que quienes abogan por “la justicia proletaria” (sic) y presuman de “comprar la ropa en Alcampo” (sic), luego vivan en urbanizaciones de clase alta y tengan despachos que serían la envidia de más de un CEO del IBEX35. Estas contradicciones forman parte de la vida pública y son relevantes. Seguiremos cumpliendo con nuestro deber, es decir, seguiremos informando.