Bruselas niega su ayuda a Sánchez en el reparto de menas

Sumar recurrió a la Comisión Europea para que forzara a las comunidades del PP a aceptar el reparto de menores extranjeros no acompañados (menas) que de manera discrecional y sin consenso impuso el Ejecutivo de Pedro Sánchez, pero el organismo comunitario que preside Úrsula von der Leyen les ha dicho que verdes las han segado y que «no puede intervenir en las decisiones operativas nacionales». «Es responsabilidad de las autoridades competentes de los Estados miembros». Como se recordará, la formación de Yolanda Díaz denunció la «desprotección e incumplimiento de obligaciones legales por parte de las comunidades autónomas españolas».
Pese a que el Tribunal Supremo exigió a la administración central asumir la acogida de miles de menas que aún siguen en las islas Canarias, los socios de Sánchez plantearon sus quejas a Bruselas, que ahora les ha dado un educado corte de mangas con el argumento de que «son responsabilidad de las autoridades competentes de los Estados miembros», es decir, del Gobierno de Sánchez. Entre las decisiones por las que debe velar el Ejecutivo están: la ubicación de los centros de acogida, la gestión de dichos centros y la reubicación de menores no acompañados en el territorio de un Estado miembro. Eso sí: aclara que «no puede intervenir en las decisiones operativas nacionales». Es decir, que no puede acceder a la petición de Sumar de «garantizar que todos los niveles de gobierno cumplan sus obligaciones». Para entendernos, la Comisión le recuerda al Gobierno de Sánchez que es él quien debe gestionar sus políticas migratorias internas. El reparto de menas elaborado por el Gobierno fue criticado por el PP porque del decreto del Gobierno quedaban excluidos Cataluña y el País Vasco, que no acogerán menores migrantes. Eso es lo que resulta indecente. Por eso que el Gobierno pidiera ayudara a Bruselas es el colmo de la hipocresía. Por fortuna, les ha salido el tiro por la culata.