¿Retractación?: no es no

¿Retractación?: no es no
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El presidente del Gobierno ha remitido una carta por burofax a OKDIARIO amenazándonos con una querella si no nos retractamos de las informaciones sobre el clamoroso plagio de su tesis doctoral. Sánchez nos conmina, por medio del servicio de correos, a que si OKDIARIO no transige a sus amenazas llevará al banquillo a los autores de las revelaciones periodísticas.

Como sucede en las dictaduras bolivarianas, en Corea del Norte o en la Rusia de Putin, Sánchez se sirve del fax de La Moncloa para meter el miedo en el cuerpo de un grupo de profesionales de la información. Una vez más, el poder de un presidente, con la fuerza de todo el aparataje de su gobierno, pretende censurar y amedrentar con una querella penal a unos periodistas, cuyo único delito ha sido hacer bien su trabajo y cumplir con el compromiso con sus lectores.

Señor presidente, la adulación, el pesebrismo, la lisonja y los ditirambos están reservados para sus periodistas de cámara. OKDIARIO no se somete a sus presiones y, mucho menos, a la claudicación de su línea editorial. Este proyecto en libertad está sustentado en dos pilares fundamentales: derecho a la información y periodismo veraz.

Por todo ello, señor Sánchez, apoderándonos de su propia jerga política -nosotros sí citamos su copyright y lo entrecomillamos-, le contestamos con rotundidad: «¿Retractación?: no es no».

«No es no» porque hemos dicho la verdad. «No es no» porque nos hemos limitado a destacar de manera objetiva los párrafos plagiados de su tesis. «No es no» porque usted fue ayudado por varios ‘negros’ -lo dice el diccionario de la RAE: «Persona que trabaja anónimamente para lucimiento y provecho de otro»- antes, durante y después de la defensa de la tesis.

Antes, porque el profesor Padilla de la UCJC y la directora de su tesis, escribieron artículos con usted que luego fueron incorporados al trabajo de doctorado. Durante, porque el mismo Padilla formó parte de un tribunal a la carta que lo examinó y le premió con un «apto cum laude». Y después, porque tras la tesis publicó un libro en compañía de uno de sus ‘negros’. Y, más tarde, algún remordimiento o prevención le obligó a mantener su tesis bajo llave, una realidad que niega cuando dice en su escrito que estaba volcada en «el portal denominado TESEO» y «el texto siempre depositado en la UCJC» y «accesible conforme a la legislación». Una sarta de patrañas.

¿Dónde está la ofensa y el ataque a su honor? Nos hemos limitado a ejercer un periodismo libre, veraz y contrastado. Usted, como bien sabe y le habrán aconsejado sus asesores, es un personaje público que está sometido al escrutinio del periodismo y de la opinión pública. Hay doctrina suficiente en el Tribunal Supremo y en el Tribunal Constitucional en la que se destaca las limitaciones de los políticos a la hora de querellarse contra los periodistas.

Pregúntele al ex presidente Felipe González o al ex ministro del Interior José Barrionuevo qué éxito lograron cuando adoptaron medidas legales contra los diarios El Mundo y El País. La respuesta de los tribunales también fue pedrosanchista: «No es no».

Señor presidente del Gobierno había una vez un emperador con sede en la Casa Blanca, llamado Richard Nixon, que pretendió amedrentar y silenciar, por dos veces, a los periodistas -caso Watergate y papeles del Pentágono- y ya conoce usted cuál fue su final. Lo mismo les pasó al presidente de Gutemala, Otto Pérez Molina; a los presidentes de Argentina, Carlos Sául Menem y Cristina Kichtner; al de Ecuador, Rafael Correa…y así una larga lista de represores de la libertad de información. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro se encuentra en otra categoría superior: provocó el exilio de cuatro periodistas venezolanos.

Usted en su carta nos exige una retractación porque, según su criterio, nuestras informaciones no han sido contrastadas e, incluso, «por no haberse confrontado debidamente con otras fuentes solventes». Esa acusación nos pone los pelos de punta pues, a no ser que usted disponga de información reservada de los servicios secretos sobre OKDIARIO y los movimientos de sus periodistas, cómo se atreve a verter tan mendaz acusación. ¿Conoce usted cuáles son nuestras fuentes?

Y, por último, nos llama la atención la apelación que hace a la defensa de su honor por medio de una retractación como si usted fuera un ciudadano de a pie. Usted no necesita ninguna carta de contenido vejatorio, injurioso y temerario hacia OKDIARIO porque tiene tras de sí un ejército de medios de comunicación que ya se preocupan de lavarle la imagen, como hacen TVE, RNE, El País, Público y ElPlural, entre otros.

Sírvase de ellos porque OKDIARIO seguirá informando desde un periodismo veraz sobre su tesis doctoral. De retractación: «No es no».

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