Catorce Mossos protegen a Puigdemont en Bélgica pese a la prohibición de Interior
Viajan a Waterloo desde Barcelona de forma periódica, en días de vacaciones, para turnarse en las tareas de protección del ex presidente que incluyen también la contra vigilancia a los servicios secretos españoles
Waterloo es un fortín. La ‘Casa de la República’, que aloja al fugado Carles Puigdemont, está rodeada en todo el perímetro por cámaras de seguridad que se controlan desde el interior y que, al detectar el mínimo movimiento sospechoso, llevan a actuar a los agentes de seguridad que también residen en su interior. Son catorce Mossos d’Esquadra en ejercicio que emplean sus días libres para proteger al ex presidente catalán, bajo la coordinación del ex escolta y ahora asesor del consejero Miquel Buch, Lluís Miquel Escolà, que también vive en Bélgica pese a cobrar como alto cargo del Govern.
Hace casi un año que Puigdemont solicitó al Govern los servicios de escolta que le tocan como ex presidente de la Generalitat, pero al encontrarse fuera de España, Interior tuvo que consultar la petición con el ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska que denegó el servicio. Pese a ello, varios agentes de los Mossos trabajan a diario en la sede de la ‘Casa de la República’ saliendo a identificar a personas que se acercan y que no tenían visita programada o acompañando a Puigdemont.
Según ha podido saber OKDIARIO, estos catorce agentes que viven entre Waterloo y Barcelona forman parte de la nueva policía patriótica de Quim Torra, un cuerpo con un alto sesgo ideológico, que estará únicamente al servicio del presidente catalán. Se trata de una nueva unidad policial con funciones propias de las de un cuerpo de élite de inteligencia. Será Torra quien decidirá qué trabajos pueden desarrollar y a qué personalidades pueden asistir. Entre las tareas que tiene asignada el Área de Seguridad Institucional de los Mossos (ASI), que tendrá su sede en el Palau de Pedralbes de Barcelona, también está la protección de espacios sensibles, como la sede del Palau de la Generalitat, que estos agentes bloquearían en caso de amenaza de intervención policial por parte de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado.