La encina más grande de Europa está en Extremadura: mide 28 metros de diámetro y las ramas apuntaladas

El árbol más común en la región mediterránea y en la península ibérica es la encina. Sólo en España hay más de 7.000 millones de árboles, y la encina es el más abundante, representando cerca del 22 % del total de árboles mayores, según el Inventario Forestal Nacional.
De copa densa, hojas coriáceas y capaz de resistir siglos, todas las encinas tienen algo especial. Pero hay una en concreto que destaca por ser no sólo la más grande de España, sino, presuntamente, la del mundo. Está en Extremadura y se puede visitar.
Esta es la encina más grande del mundo (y está en Extremadura)
La encina más grande de todo el mundo se llama La Terrona y está en la finca comunal de La Dehesa, en un paraje conocido como Cordel de la Cumbre, dentro del término municipal de Zarza de Montánchez (Cáceres). Lo que llama la atención es su tamaño: 16,6 metros de altura, un perímetro de tronco de 7,8 metros y una copa que se extiende hasta los 30 metros de diámetro. Es un ejemplar único que destaca desde lejos.
Este árbol tiene unos 800 años, aunque hay quienes creen que podría rondar incluso el milenio. Esta encina ha resistido podas, tormentas, rayos y sequías. En 1998 perdió una de sus grandes ramas tras un temporal, lo que llevó a la comunidad local a intervenir. Desde 2008, 15 muletas metálicas sujetan su copa y evitan que su propio peso acabe venciendo su estructura.
¿Cuáles son las características de este árbol único?
El nombre científico de esta encina es Quercus ilex. Sus hojas son perennes, coriáceas, de un verde oscuro por el haz y más claras por el envés, con bordes algo ondulados que se abren con el paso del tiempo.
Su tronco, grueso y hueco, se divide en tres grandes cimales a una altura de poco más de dos metros. Su copa, baja y abierta, proyecta sombra como si fuera una pequeña plaza natural. Esa forma es el resultado de siglos de carboneo, ramoneo y recolección de fruto.
El entorno también destaca por su belleza. La Terrona vive rodeada de jara blanca, narcisos y pastos que forman parte del paisaje clásico de la dehesa extremeña. Es habitual cruzarse con águilas calzadas, milanos, abubillas o verdecillos durante el recorrido. Y no es raro ver cerdos ibéricos pastando a lo lejos.
La encina forma parte del Catálogo de Árboles Singulares de Extremadura desde 2013. También ha sido protagonista del cupón de la ONCE y es símbolo local en las celebraciones de la comarca. Cada Sábado Santo, los vecinos de Zarza de Montánchez organizan actividades junto a ella.
¿Cómo visitar La Terrona en Extremadura?
Lo mejor es que este árbol histórico se puede visitar. Extremadura es un paraíso para recorrer, y la ruta hasta la encina parte del pueblo de Zarza de Montánchez. El recorrido es sencillo: apenas dos kilómetros desde la piscina municipal, y se puede hacer sin problema incluso con niños.
La ruta va entre fincas, muros de piedra seca y un entorno rural auténtico. A lo largo del trayecto, incluso aparecen restos romanos, como un puente de tres ojos sobre el río Tamuja, que aportan un toque histórico a la excursión.
Al llegar, hay bancos de piedra y una zona tranquila donde se puede hacer picnic. No es un área recreativa como tal, pero ese es parte de su encanto.
La visita se puede completar con una parada en la basílica visigoda de Santa Lucía del Trampal, a 26 kilómetros, o en el castillo de Montánchez si hay tiempo. Pero incluso si sólo se va a ver la encina, el viaje ya merece la pena.
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