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Cómo broncearse en la ciudad: no te preocupes si se acabaron tus vacaciones

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Descubre las pautas para broncearse a pesar de estar en la ciudad
Blanca Espada

A estas alturas, cuando el mes de agosto parece que encara su recta final, se puede decir que las vacaciones han terminado para muchas personas. O al menos, están a punto de terminar. El regreso es triste en sí mismo, tanto que, en algunos casos, puede que haya gente que tenga sensaciones similares a las de una depresión. No siempre es fácil retomar los ritmos que dejamos atrás, sobre todo si son especialmente apretados o nos esperan nuevos retos para los que no estábamos demasiado preparados, pero si además todavía te preocupa tener una piel morena, vamos a darte ahora pautas para broncearse en la ciudad.

Cómo broncearse en la ciudad

Ante la vuelta de las vacaciones, se requiere que el reingreso sea lento y a poder ser, suave. Lo que se suele recomendar es, de hecho, reanudar a un ritmo lento, sin exagerar, sin querer hacer todo de inmediato. Un ejemplo: antes de la oficina, quizás regálate un desayuno en el bar, para que todo sea un poco más dulce ya que no podemos olvidar seguir cuidando de nosotros mismos y nuestro bienestar, y más cuando tenemos un trabajo que tal vez es demasiado estresante.

Si también te preocupa tu bronceado, que te tomó tanto tiempo conseguir durante tus vacaciones de verano, no te preocupes. Que las playas estén lejos no significa que tengas que renunciar a tu tez dorada de inmediato, sino todo lo contrario. Aunque los espejos de agua que reflejan los rayos están lejos, aún puedes aprovechar el sol de septiembre.

Todo lo que necesitas es cualquier apertura al exterior, ya sea un balcón o un jardín. Podrías pensar en montar un solarium de verdad, donde tumbarte cuando el sol esté más alto. Aunque ahora el calor es menos intenso, no olvides aplicarte protector solar. Para facilitarte el trabajo, puedes utilizar uno con activador de melanina para acelerar el proceso. En definitiva, seguro que tu piel está ya morena, sólo es cuestión de mantener ese bronceado de modo que tampoco te hará falta estar mucho rato al sol.

Si por el contrario no tienes ninguna vista exterior (común en las grandes ciudades) puedes aprovechar para dar un paseo, para que tu cuerpo vuelva a moverse un poco. El sol es más agradable a finales del verano, porque tiende a quemar menos. Organiza actividades al aire libre, como salidas, picnics y paseos en bicicleta.

Apoya estas actividades sin descuidar nunca la salud y el estado de la piel así que además, no olvides hidratarla con frecuencia y también prepara exfoliantes para eliminar las células muertas de la piel.

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