Un testigo protegido delató a la célula del imán de Ripoll pero luego lo negó todo ante el juez
Un testigo protegido, identificado como B-5, delató en 2005 a una decena de miembros de la célula yihadista que operaba desde el piso de la calle Lepanto de Vilanova y la Geltrú (Barcelona) en el que vivía en aquel momento el imán Abdelbaki Es Satty, considerado como el cerebro de los atentados perpetrados este mes de agosto en Las Ramblas y Cambrils.
Un informe dirigido por la Guardia Civil al juez Baltasar Garzón en enero de 2006 señala uno por uno a estos terroristas, indicando que han sido «reconocidos» por el testigo protegido B-5 como «miembros de la célula yihadista» de Vilanova y la Geltrú. Entre ellos se encuentra el presunto jefe del comando terrorista, Mohamed Mrabet Fahsi, quien compartía piso con Abdelbaki Es Satty.
En su informe, la Guardia Civil se refiere a las reuniones celebradas en el mismo piso de la calle Lepanto y en la mezquita Al Furkan (de la que Es Satty había sido imán en el año 2000), en las que se adoctrinaba a jóvenes musulmanes que luego eran enviados como terroristas suicidas a Afganistán, Siria e Irak.
De hecho, como ha informado OKDIARIO, Adbelbaki Es Satty también había convivido en el piso de la calle Lepanto con el argelino Belgacem Bellil, quien en octubre de 2003 viajó a Irak para perpetrar un atentado suicida contra la base italiana de Nasiriya (Irak), en el que asesinó a 28 personas.
De este modo, la declaración del testigo protegido B-5 fue clave para que el juez Garzón ordenara detener a más de una decena de yihadistas que formaban parte del entorno más próximo a Es Satty. En su declaración ante el juez, varios de ellos identificaron a Albdelbaki Es Satty como uno de los miembros que acudían a las reuniones (celebradas en su propia casa y en la mezquita Al Furkan), en las que se defendía la necesidad de realizar la Yihad y combatir a los infieles en territorios como Irak, Chechenia y Palestina.
El que luego se convertiría en imán de Ripoll y cerebro de los atentados de Barcelona no llegó a ser detenido. El primer instructor de la causa, el juez Fernando Grande-Marlaska, ordenó en octubre de 2005 intervenir su teléfono móvil, dados sus estrechos vínculos con casi todos los miembros de la célula yihadista.
Es Satty también fue imán en Vilanova
Sin embargo, un mes después, ordenó levantar la intervención porque las escuchas no habían dado ningún resultado. Ya en aquel momento, la Policía planteó la posibilidad de que Es Satty estuviera manejando un teléfono distinto al intervenido.
La operación policial comenzó a torcerse muy pronto, después de que Baltasar Garzón retomara la instrucción. Cuando el testigo protegido B-5 fue conducido ante el juez Garzón, el 26 de junio de 2007, se desdijo de su declaración inicial y lo negó todo.
Asistido por una intérprete de árabe, y sin pronunciar apenas una sola palabra en castellano, el testigo B-5 reconoció conocer a la mayoría de los detenidos, pero negó que tuvieran cualquier relación con el yihadismo. Y aseguró que había sido presionado por la Policía para prestar su declaración inicial. El testigo protegido reconoció, eso sí, que él mismo era uno de los asistentes a las reuniones celebradas en la casa del imán de Ripoll.
Por supuesto, en el sumario de la Operación Chacal no se menciona en ningún momento la identidad del testigo protegido B-5, quien finalmente ni siquiera acudió a declarar en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional en 2009, a pesar de que había sido citado. El hecho de que este testimonio clave se viniera abajo fue uno de los motivos por los que finalmente todos los acusados en la Operación Chacal fueron absueltos por el Tribunal Supremo.
Según han publicado varios medios, cuando el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty fue detenido en 2010, por transportar un alijo de hachís en el ferry entre Ceuta y Algeciras, delató a sus cómplices para obtener una reducción de pena. Fue condenado a cuatro años de cárcel, pero sólo cumplió tres en la prisión de Castellón.
Una forma de proceder muy similar a la del testigo protegido B-5 que delató a todos los miembros de la célula yihadista cuyo presunto responsable, Mohamed Mrabet Fahsi, compartía piso en aquel momento con el imán de Ripoll, quien en ningún momento llegó a ser detenido.
Según el informe enviado por la Guardia Civil al juez Garzón en enero de 2006, Mrabet recaudaba fondos entre los fieles de la mezquita de Vilanova (de la que Es Satty había sido imán en 2010) para financiar las actividades de su célula yihadista.