Los invitados al guateque de Puigdemont se reparten 700.000€ al año en sueldos públicos del Estado

Waterloo
Carles Puigdemont, Valtonyc, lluís Puig, Cuevillas, Jon Iñarritu, Rahola, Matamala y Puigneró.

Al final, la revolución independentista consistía en ponerse un sueldo público para vivir del «Estado opresor» contra el que dicen luchar. Los invitados al guateque celebrado por Carles Puigdemont en su mansión de Waterloo se reparten cerca de 700.000 euros al año en sueldos públicos.

Todos cobran del Estado que quieren derribar: unos a través del Congreso de los Diputados (como el abogado Jaume Alonso-Cuevillas y el portavoz de Bildu Jon Iñarritu), otros del Senado (como el empresario Josep Maria Matamala), otros de la Generalitat (como el huido de la Justicia Lluís Puig) y otros de la televisión pública TV3, como la propagandista Pilar Rahola.

Pese a permanecer huido de la Justicia, el propio Carles Puigdemont estuvo cobrando en Waterloo su sueldo base de diputado autonómico (2.871 euros al mes, lo que supone unos 60.000 euros anuales) hasta que, en julio de 2018, el Parlament le suspendió de esta condición a instancias del Tribunal Constitucional.

Al negarse a acudir a Madrid a jurar la Constitución, Puigdemont ha perdido la oportunidad de convertirse en eurodiputado, que es un auténtico chollo. Los diputados del Parlamento europeo cobran un sueldo base de 8.758 euros al mes. Además tienen derecho a otros 4.000 euros al mes en dietas de estancia y desplazamiento, 4.342 euros al mes para gastos de oficina y otros 24.164 euros al mes para contratar asistentes.

El sueldo vitalicio del ex president

En cualquier caso, de acuerdo con la normativa del Parlament, Carles Puigdemont tiene ahora derecho a cobrar un sueldo vitalicio de 110.000 euros anuales (el 80% de lo que cobraba como presidente de la Generalitat, que eran 136.834 euros anuales). Todo ello, mientras permanece huido de la Justicia española.

Uno de los asistentes a la fiesta de Waterloo, el diputado de Bildu Jon Iñarritu, cobra alrededor de 85.000 euros anuales del Congreso de los Diputados. Es portavoz de Bildu en la Comisión de Exteriores, portavoz adjunto en la de Interior y vocal en la Comisión de Seguridad. El sueldo base de Diputado es de 2.981 euros al mes (en 14 pagas), a lo que hay que sumar otros 1.108 euros al mes como portavoz de comisión y otros 1.921 euros en dietas por proceder de una circunscripción distinta a Madrid. Los diputados gozan de otras prebendas como una tarjeta con 3.000 euros anuales para pagar desplazamientos en taxis.

El PDeCAT colocó a Jaume Alonso-Cuevillas como diputado, para pagarle sus honorarios como abogado de Carles Puigdemont. Cuevillas es portavoz de Junts per Catalunya en las comisiones de Economía y Reglamento, portavoz adjunto en la Comisión Constitucional y la de Justicia y vocal en la comisión del Estatuto del Diputado. Como en el caso de Iñarritu, su sueldo no baja de los 85.000 euros anuales.

Según su declaración de bienes, Alonso-Cuevillas es propietario de una casa y una parcela edificable en Gerona, un yate modelo Beneteau Antares y un punto de amarre, también en Gerona, dos motos (una Peugeot Elyseo 150 y una Suzuki Burgman 200) y dos coches: un Mini Cooper y un Audi Q7. En Barcelona tiene un apartamento, su despacho de abogados y un local comercial. Tiene más de 400.000 euros invertidos en acciones y el año pasado (antes de convertirse en diputado) ganó 260.000 euros. Pagó a Hacienda más de 95.000 euros, sólo el IRPF.

La ‘República digital’ de Puigneró

Carles Puigdemont también ha invitado a su fiesta de Waterloo al empresario Josep Maria Matamala, quien le acompañó y le pagó buena parte de los gastos durante sus primeros meses huido de España. El PDeCAT se lo ha agradecido colocándolo como senador. En la Cámara Alta es portavoz de Junts per Catalunya en seis comisiones: las de Cultura, Función Pública, Justicia, Presupuestos, Incompatibilidades y Suplicatorios. Su sueldo como senador también supera los 85.000 euros anuales. Siempre ha hecho negocios a la sombra del PDeCAT: su empresa de catering y restauración Iniciatives Catalanes i Serveis SL (Incatis) ha recibido durante los últimos años contratos de las Administraciones gobernadas por el PDeCAT que suman más de 300.000 euros públicos.

Otra incondicional de las fiestas de Carles Puigdemont es la periodista Pilar Rahola, quien lleva cerca de ocho años viviendo del procés. Según han publicado varios medios, tan sólo por su aparición en el programa de TV3 Tot es Mou Rahola cobra casi 5.000 euros al mes (52.000 euros anuales). Pero sin duda su nómina es más abultada, pues es la tertuliana omnipresente en todas las franjas horarias de la televisión pública de la Generalitat como propagandista del independentismo.

El principal representante del actual Govern en el guateque de Waterloo es Jordi Puigneró, que cobra 110.000 euros anuales como conseller de Políticas Digitales de la Generalitat. En este cargo, su principal proyecto es impulsar la creación de la «República digital».

A la fiesta de Puigdemont también han asistido otros dos fugitivos de la Justicia, los ex consellers Lluís Puig y Toni Comín. El primero cobra actualmente un sueldo público de 87.770 euros de la Generalitat, ya que el presidente Quim Torra le ha nombrado director de Proyectos Culturales de Ámbito Internacional. Desempeña esta labor desde su escondite en Bruselas.

Valtonyc, el único que no cobra del Estado

En cuanto al tránsfuga Toni Comín (procedente del PSC, ha recorrido todo el espectro político catalán), desde Bruselas también estuvo cobrando el sueldo base de 2.871 euros al mes (60.000 euros anuales) como diputado autonómico hasta que en julio de 2018 fue suspendido por el Parlament. Para compensarle, Puigdemont le ha nombrado vicepresidente del Consell de la República que, al menos teóricamente, se nutre de aportaciones privadas.

El único asistente a la fiesta de Puigdemont que no cobra un sueldo público es el rapero Valtonyc, quien tras ser condenado por apología del terrorismo huyó de España para evitar pagar una multa de 3.000 euros.

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