Fillon sufre una desbandada de apoyos tras aferrarse a la candidatura al Elíseo
El candidato de Los Republicanos a la Presidencia de Francia, François Fillon, se ha quedado este miércoles sin algunos apoyos clave tras anunciar públicamente que seguiría en la carrera electoral, pese a ver ya inminente su imputación judicial por el escándalo de los supuestos empleos ficticios.
La Unión de los Demócratas e Independientes (UDI) ha reunido de urgencia a su junta directiva para analizar si retiraban su apoyo a Fillon. Finalmente, han acordado «suspender» su participación en la campaña, a la espera de una decisión final que podría llegar la próxima semana, según el diario ‘Le Monde’.
La UDI se había posicionado en las primarias del centro-derecha en favor de Alain Juppé, mientras que sus juventudes han pedido el voto para Emmanuel Macron, líder del movimiento En Marche!.
Varios diputados ‘republicanos’ también se han desmarcado de Fillon, que ha denunciado un intento de «asesinato político» tras ser citado ante el juez el 15 de marzo, dos días antes de que expire el plazo para presentar candidaturas para las elecciones de abril. También ha sido convocada su mujer, Penelope.
Nombres propios
Una de las fugas más sonadas ha sido la de Bruno le Maire, un exministro que se encargaba de los asuntos internacionales en la campaña conservadora. Le Maire ha explicado en un comunicado que dimite porque Fillon prometió en su día que abandonaría si era imputado: «Creo en el respeto a la palabra dada. Es indispensable para la credibilidad de la política».
El diputado Arnaud Robinet ha ironizado con que el caso Fillon no es un «asesinato», sino un «suicido colectivo» de cara a los inminentes comicios. El candidato de Los Republicanos figura en la mayoría de las encuestas en tercera posición –y fuera por tanto de la segunda vuelta–, detrás de la ultraderechista Marine Le Pen y el independiente Emmanuel Macron.
Varias voces han abogado por una candidatura alternativa a la de Fillon, aunque por el momento ni siquiera está claro quién sería el sustituto y cómo podría ser elegido. Juppé ha rechazado públicamente esta sustitución ‘in extremis’, mientras que el expresidente Nicolas Sarkozy ha pasado a un discreto segundo plano.