La Constituyente de Maduro usurpará la sede del Parlamento, que se niega a reconocerla

Nicolás Maduro
Nicolás Maduro. (Foto: AFP)

El dictador venezolano Nicolás Maduro propuso este martes que la Asamblea Constituyente usurpe la sede de la soberanía nacional y celebre sus sesiones en el Parlamento venezolano, único poder controlado por la oposición, al sentar las bases que activan su controvertido proyecto para reformar la Constitución.

«La Asamblea Nacional Constituyente tendrá como sede el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo», dominado por la oposición desde 2016, después de ganar las elecciones legislativas de diciembre de 2015, dijo el mandatario en un acto con miles de sus seguidores frente al Palacio Presidencial de Miraflores.

Sin embargo, el presidete del legislativo, Julio Borges, ha convocado una sesión extraordinaria del Parlamento. La mayoría opositora rechazó las bases de la Constituyente activada por Maduro y aprobó una declaración que dice «desconocer las bases comiciales para la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente fraudulenta», tras un acuerdo aprobado de forma unánime por la bancada opositora.

Las bases comiciales contemplan la elección de 540 asambleístas, una parte por votación municipal y otra por sectores, entre ellos trabajadores y estudiantes, de asociaciones controladas por el régimen.

Borges ha emitido un discurso en el que ha señalado la convocatoria de este invento para superar la Constitución del país como «la continuación del golpe de Estado» del que la Mesa de Unidad Democrática (MUD) —coalición que reúne a la oposición venezolana— acusa a Maduro desde que el pasado 30 de marzo el Tribunal Supremo tratara de usurpar los poderes de la Asamblea.

Maduro detalló que 364 de los asambleístas que modificarán la Constitución se escogerán por elección municipal y 176 serán electos por ocho grupos, que deberán postularse ante el poder electoral.

Los grupos estarán compuestos de trabajadores, campesinos y pescadores, estudiantes, personas con alguna discapacidad, pueblos indígenas, pensionados, empresarios, comunas y consejos comunales, generalmente afines al Gobierno, según los críticos del proyecto. Será el Consejo Nacional Electoral (CNE), al que la oposición acusa de servir al Gobierno, el que calificará a los sectores que pueden postularse para la elección.

La oposición ha denunciado que el Gobierno se quiere garantizar el control de los asambleístas elegidos por estos sectores. «Por las limitantes de postulación, el chavismo se quiere garantizar, al menos, los 176 constituyentes sectoriales», afirmó el analista Eugenio Martínez en Twitter.

Según Borges, «se ha inventado un parapeto para que no sea el pueblo quien elija, sino que sean ellos». Y ha acusado a Maduro de buscar una «votación regulada y decidida por él mismo», algo que «debe conocerse nacional e internacinalmente».

La Asamblea Nacional ha aprobado, asimismo, «la convocatoria de una consulta nacional para que el pueblo decida si quiere una Constituyente». La idea es «hacer lo que Maduro se niega a hacer, darle la palabra al pueblo y que éste decida si quiere una nueva Constitución».

 

 

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