Bocadillos

Éste bocadillo de calamares pasa desapercibido en Madrid, pero supera con creces a los más famosos

Bocadillo calamares, Madrid
Bocadillo de calamares.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Cuando hablamos de bocadillos de calamares en Madrid, inevitablemente nos vienen a la mente algunos de los bares más tradicionales de la capital. Sin embargo, hay un rincón que, a pesar de pasar desapercibido, sorprende a todo aquel que lo descubre. Este bocadillo no sólo rivaliza con los más famosos, sino que los supera en sabor y calidad.

Uno de los mejores bocadillos de calamares en Madrid

Lhardy, ubicado en la emblemática Carrera de San Jerónimo, 8, es un verdadero ícono de la gastronomía madrileña, con una historia que se remonta a 1839. Aunque su fama está íntimamente ligada al cocido madrileño, su menú esconde una joya menos conocida: un exquisito bocadillo de calamares que ha comenzado a ganar seguidores. ¿Qué lo hace tan especial? Este «bocatín», como lo llaman, se elabora con calamares frescos de primera calidad, evitando cualquier tipo de sustituto.

La atención al detalle es evidente desde el primer bocado. El bocadillo se sirve en un pan bombón, una obra maestra creada por el renombrado repostero Ricardo Vélez, conocido por su pericia en la elaboración de chocolate. Sin embargo, lo que realmente sorprende es el acompañamiento: una mayonesa preparada con tinta de calamar, que aporta un toque único de sabor y una presentación visualmente atractiva.

Con un precio de 12,50 euros, este bocadillo invita a los comensales a descubrir una nueva dimensión de sabores, todo sin alejarse del corazón de Madrid.

El bocadillo de calamares en Lhardy, una sorpresa gastronómica

Al entrar en Lhardy, el ambiente transmite una elegancia atemporal. Las paredes, cargadas de historia, y el servicio excepcional hacen que cada visita sea una experiencia memorable. Además del icónico bocadillo de calamares, la carta ofrece otras delicias tradicionales como las croquetas de cocido y el consomé, que también son muy elogiados por quienes los han probado.

Los clientes que han tenido la oportunidad de probar el bocadillo de calamares en Lhardy no escatiman en alabanzas. Aunque el cocido es la estrella del lugar, muchos se sorprenden al descubrir que el bocadillo de calamares es una verdadera joya. «Espectacular», comenta un cliente, destacando además la atmósfera histórica del restaurante y su impecable atención al cliente. Otro visitante elogia la calidad de los ingredientes y la cuidada presentación de los platos.

Para muchos, Lhardy es un destino imprescindible para cualquier amante de la gastronomía española. Así que la próxima vez que quieras disfrutar de un bocadillo de calamares, no te dejes llevar por la fama. Este rincón secreto en Madrid tiene un bocadillo que bien merece ser descubierto.

Lo último en Gastronomía

Últimas noticias