Sánchez tomará el control de los Mossos si Torra quita a Buch para alentar la violencia de los CDR

El PSOE no está dispuesto a que Quim Torra le agite Cataluña, ni en plena etapa electoral, ni después en caso de mantenerse Pedro Sánchez en el poder. Por ello, en caso de que definitivamente el presidente de la Generalitat fuerce la caída del consejero de Interior Buch para romper la actual coordinación policial y agitar el golpismo, Moncloa planea la toma de control de los Mossos por medio de un pacto con ERC o, en caso, de ser imposible, por medio de la toma directa del mando del cuerpo policial, algo que le habilita la Ley de Seguridad Nacional.

Eso sí, esta segunda opción sería más dilatada en el tiempo: desde las filas socialistas destacan que para optar por esta vía, deberían esperar a confirmar el uso de la policía autonómica con fines contrarios a la ley por parte de la Generalitat.

Sánchez ha dado orden de seguir los planes de Torra en materia golpista. Y, en especial, los que afectan al uso y control de los Mossos. Torra ha puesto bajo observación -y con claros deseos de cesarlo- al consejero de Interior, Miquel Buch, tras las cargas efectuadas por los Mossos d’Esquadra contra los CDR con el fin de sofocar el terrorismo callejero de los últimos días en Cataluña.

Torra insinúa que la labor del consejero se ha sobrepasado y ha llegado a la represión policial. El presidente regional cuenta, además, con la presión de la CUP para cortar la cabeza política del consejero.

Pero los socialistas saben que el caldo de cultivo de este paso contra Buch puede ser el precedente de una toma de control plena de los Mossos por parte de Torra y de su inutilización a efectos del control de los CDR. Un segundo paso que no están dispuestos a permitir desde el Gobierno de Sánchez por dos motivos: el enorme impacto que esa sensación de dejación de Cataluña tendría en el propio PSOE; y la fuerza que daría a PDeCAT para relanzar el golpismo en Cataluña y dejar en tierra de nadie al hoy socio preferente de los socialistas en Cataluña, ERC.

Dos escenarios

Por ello, desde La Moncloa se plantean ya dos escenarios. El primero pasa por pactar con ERC un movimiento de presión y de forzar a Torra a tener que contar con Buch u otra persona no afín a Torra como cabeza de los Mossos. El segundo, en caso de que el primero fracasase, pasaría por un paso que Sánchez no quiere tener que dar: la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional para tomar el control de los Mossos de forma directa. Eso sí, esta segunda opción requeriría para ser activada, apuntan fuentes socialistas conocedoras de los planes, de disturbios no controlados por los Mossos que probaran a posteriori la inutilización política de la policía como medida de connivencia con los CDR.

Sea como sea, este plan se circunscribe en uno más amplio del PSOE, que considera que “la continuidad Quim Torra es la peor de las opciones”. Todo su esquema de posibles pactos con ERC está saltando por los aires a causa de la tensión separatista violenta que genera el PDeCAT y el Gobierno autonómico en manos de los separatistas. Por ello, el PSOE ha pedido ya a ERC que “haga todo lo posible para sacarlo de la Generalitat” porque creen que mientras se mantenga esta tensión, socialistas e independentistas no pueden llegar a ningún pacto para alcanzar un acuerdo de avances separatistas camuflados, tal y como ya ha publicado OKDIARIO. Y esos pactos son la base de los acuerdos de investidura que pretende trazar Pedro Sánchez para llegar al poder tras el 10-N.

El PSOE sabe que va a necesitar a los nacionalistas si quiere –y puede– llegar al poder tras las elecciones generales del mes de noviembre. Pero, para ello, necesita poder ofrecer avances en materia separatista a ERC, PNV y EH Bildu principalmente. Avances, por ejemplo, en forma de más competencias, dinero, cupos vascos camuflados, acercamiento de presos etarras en el caso del País Vasco o entrega de competencias que fraccionen el Poder Judicial –tal y como ha prometido a ERC–.